Con motivo de la conferencia de seguridad informática Defcon, que se celebró la semana pasada en Las Vegas (Estados Unidos), un grupo de investigadores ha demostrado cómo es posible engañar a los sensores que utiliza el piloto automático de Tesla para hacer que el coche impacte contra un objeto que normalmente advertiría.
El equipo ha presentado toda una variedad de descubrimientos en el mayor evento de hackers del planeta. Entre ellos, han revelado métodos para silenciar los sensores del modelo Tesla S, y de esta forma introducir o eliminar obstáculos durante el trayecto del automóvil.
Básicamente, lo que los expertos han hecho es burlar al sistema haciéndole creer que estos objetos aparecen más cerca o más lejos de lo que realmente están, lo que provoca que el piloto automático falle y el coche se estrelle. Además, han logrado recrear un atasco en los sensores del piloto automático, haciendo que colapse por los altos niveles de ruido a los que se ve sometido.
Tecnología ya ha dado qué hablar
El modelo Tesla S incorpora una amplio repertorio de sensores para guiarse: cuenta con un radar para detectar objetos que se encuentran frente al vehículo, un GPS para el seguimiento de la ubicación y hasta cámaras para advertir los límites de velocidad y las marcas de la calzada.
Con tantos elementos susceptibles de ser atacados, es lógico que una de las principales preocupaciones de la compañía deba ser la seguridad. Sin embargo, el piloto automático de Tesla también ha sido noticia estos días por otras razones. En este caso por salvar la vida a su conductor, Joshua Neally, un abogado estadounidense que sufrió una embolia pulmonar mientras estaba al volante. Antes de perder la conciencia, Neally activó el piloto automático para que se dirigiera a un hospital cercano. Cuando despertó, se encontraba en el destino que había seleccionado.
No es la primera vez que un coche de Tesla salva la vida a su propietario. El pasado mes de julio, el piloto automático evitó el atropello de un peatón que transitaba por la avenida de Nueva York, en Washington. No obstante, la inteligencia artificial aplicada a los vehículos también se ha cobrado su primera víctima mortal. Ocurrió el pasado mes de mayo, cuando el dueño de un modelo Tesla S conducía con el piloto automático a alta velocidad mientras veía una película y chocó contra un camión.
Hechos como los descritos sacan a relucir el dilema moral acerca de estos vehículos automáticos. Si bien los expertos vaticinan que con la llegada de los coches sin conductor se reducirían hasta en un 90 % los accidentes de tráfico, muchos son los que se muestran preocupados por las decisiones que tomará la máquina cuando tenga que elegir a quién salvar la vida ante un hipotético accidente.
Con todo, y a la vista de los hallazgos presentados por los hackers en Defcon, ahora el trabajo de los ingenieros de la compañía se centra en desarrollar medidas para evitar este tipo de ataques y hacer que la conducción segura de sus vehículos automáticos sea por fin una realidad.