El estreno del programa piloto de los coches sin conductor de Uber en San Francisco, la ciudad californiana donde tienen su sede, no ha estado exento de polémica. Primero, el Departamento de Vehículos Motorizados y el Fiscal General del Estado amenazaron con tomar medidas legales contra la compañía al considerar que no cuenta con los permisos necesarios para que circulen los vehículos.
Después, varios de sus automóviles fueron cazados saltándose semáforos en rojo, algo que atribuyeron a fallos de los operarios presentes en el coche y encargados de supervisar su labor. Ahora, son los ciclistas los que se han puesto en pie de guerra después de que la Coalición de la Bicicleta de San Francisco haya advertido de que estos coches autónomos estaban realizando giros que ponían en peligro a los ciclistas.
El fallo, según la organización que está abanderando la denuncia, consiste en que, en vez de meterse dentro del carril bici y conducir brevemente por él para realizar el giro hacia la derecha —tal y como exigen los códigos californianos—, los vehículos de Uber realizan la maniobra desde su carril, sin tener en cuenta si algún ciclista se encuentra en el carril paralelo. De este modo, durante el giro, el coche podría cortar el paso a los ciclistas (si la bicicleta sigue recta) y producir una colisión. "Es una de las mayores causas de colisiones", declara el portavoz de la coalición, Chris Cassidy.
Una ciudad de ciclistas
En una ciudad ciclista como San Francisco, en la que hay más de 321 kilómetros de carriles bici se estima que se realizan unos 82.000 viajes en bicicleta diarios, el fallo de los vehículos autónomos es especialmente preocupante. Además, la coalición ha declarado que estuvo presente en pruebas con los vehículos antes de que se produjera el lanzamiento en San Francisco y que ya detectaron y avisaron del error a la compañía.
A pesar de ello, Uber decidió seguir adelante.
Por ello, desde el organismo han iniciado una petición en la que exigen que se corrija el error y en la que critican abiertamente a la compañía de transporte colaborativo: "Sacar vehículos autónomos a las calles antes de que estén regulados y sean seguros es inaceptable. Si quieres unas calles seguras, por favor firma esta petición para pedirle a Uber que corrija este giro ilegal y peligroso inmediatamente", reza el texto.
Uber ha admitido su error y que existe un problema con la maniobra. Además, ha afirmado que sus ingenieros ya están trabajando para solventarlo y que la compañía ha dado instrucciones a los supervisores presentes en los vehículos para que tomen el control cuando haya un giro hacia la derecha y el coche tenga que atravesar el carril bici. Sin embargo, la empresa no ha querido responder a las cuestiones sobre cómo sus modelos detectan a los ciclistas o sobre los tests que realizaron antes del lanzamiento.
Con o sin oposición de los ciclistas, y escándalos aparte, los coches autónomos de Uber seguirán rodando (de momento) por las calles de San Francisco.