A punto de poner el punto final a la crisis del Note 7, con el anuncio de las conclusiones de su investigación previsto para el próximo lunes, Samsung tiene por delante la difícil misión de hacer olvidar a los consumidores el percance explosivo de su más reciente buque insignia.
La firma coreana tendrá que demostrar que su próximo dispositivo estrella, el Samsung Galaxy S8, cuenta con alicientes suficientes para desterrar cualquier temor en cuanto a su seguridad. Y tendrá que hacerlo, además, con la presión añadida de que uno de sus principales contrincantes en la gama alta, Apple, celebra este año el aniversario de su iPhone y podría tener algún as bajo la manga.
Lo que ya conocemos sobre el Galaxy S8 es su diseño. En varios vídeos sobre las virtudes de las pantallas AMOLED publicados por la propia Samsung se ha dejado ver un terminal que, con todo probabilidad, será la nueva gran apuesta de la firma asiática. Cumple al menos con todo lo que se esperaba del sucesor del S7: una gigantesca pantalla que cubre casi todo el frontal, con el botón de inicio y el lector de huella dactilar seguramente trasladados a la parte trasera (o quizá, aunque resulta menos probable, integrados en la propia pantalla).
Del interior del Galaxy S8 se sabe más bien poco, aunque algo se sospecha. Parece que su procesador será el nuevo Exynos 8895, de la propia Samsung, que suele apostar por chips hechos en casa para algunos de sus terminales y por los famosos procesadores de Qualcomm para otros. Si se decantara por esta segunda opción, el flamante Snapdragon 835 (que está llamado protagonizar la gama alta en 2017) sería el candidato perfecto para el S8, que se espera vea la luz con 6 GB de memoria RAM.
Por otra parte, parece casi confirmado que el nuevo buque insignia de Samsung será el primer teléfono con tecnología Bluetooth 5, que ofrece más velocidad con un menor consumo energético. Más allá de estos detalles, rumores para todos los gustos: ¿tal vez una pantalla con resolución 4K? ¿Un sistema capaz de reconocer la presión al pulsar la pantalla similar al del iPhone? Este tipo de sorpresas, si es que llega a haber alguna, todavía van a hacerse esperar.
Demasiadas coincidencias con Apple
Siguiendo la estela de los Galaxy S7 y S7 Edge, se espera que haya dos modelos del Galaxy S8, uno de ellos de mayor tamaño. Si uno o ambos se curvarán en los bordes como el Edge se desconoce, pero sí se ha hablado de otra diferencia fundamental que podría haber entre los dispositivos: el modelo más grande y caro podría incluir, por primera vez en un smartphone de Samsung, la doble cámara que Apple ya estrenó en el iPhone 7 Plus.
De ser así, los coreanos copiarían la estrategia que siguió la manzana mordida, privando al hermano pequeño del esperado avance fotográfico. Sería una decisión polémica, pues hasta ahora el fabricante asiático ha venido manteniendo una política de igualdad, aparte del tamaño, en cuanto a las características de sus versiones del buque insignia.
Y no es el único aspecto controvertido de los terminales de Apple que podría replicar el Galaxy S8, pues también se ha hablado mucho, a raíz de una filtración, de la supuesta desaparición del minijack. Ya sabemos cómo reaccionó la gente cuando la manzana mordida reveló su "valiente" decisión de suprimir la toma para auriculares, pero al menos Tim Cook y los suyos tenían un invento (los AirPods) y una excusa a la que aferrarse.
Según dijeron los de Cupertino, era necesario para que el iPhone fuera, por fin, resistente a chapuzones en el váter. Los Galaxy, sin embargo, ya lo son. ¿Cuál va a ser el argumento de Samsung para aplacar la ira de muchos de sus usuarios? Quizá darle un poco más de espacio a la batería: a juzgar por los problemas del Note 7, puede que no le venga mal.
Otra de las novedades del próximo móvil de los coreanos es el asistente virtual Bixby, que será por muchos conocido, y no sin razón, como el Siri de Samsung. De hecho, lo han desarrollado los expertos de Viv, una empresa de inteligencia artificial que el fabricante asiático compró en octubre. ¿Y quién está detrás de esa startup? Nada menos que los padres del asistente virtual de Apple.
Otra curiosa coincidencia que podría sumarse, también, a las similitudes en cuanto al diseño si el próximo dispositivo de la manzana mordida, como se ha filtrado, presenta al menos una versión con una OLED enorme, que ocupe casi todo el frontal, y sin botón Home visible en la parte inferior del marco.
Con este panorama, si Samsung será capaz de desterrar sus problemas de los últimos meses y hacerlo, precisamente, coincidiendo con el décimo aniversario del iPhone, será algo que no podremos determinar hasta que los móviles de ambas compañías salgan al mercado.
El primero será el Galaxy S8, aunque lo hará con un poco de retraso. Se esperaba que los coreanos mostrasen su nuevo buque insignia en el Mobile World Congress de Barcelona, a caballo entre febrero y marzo, pero parece que finalmente la presentación tendrá lugar en abril, aparentemente a causa de las rigurosas pruebas a las que está siendo sometido el terminal. Nueva York parece ser el escenario elegido por Samsung para mostrar al mundo las razones por las que no tiene nada que temer después del fiasco del Note 7. ¿Conseguirá olvidar su crisis y arruinar el cumpleaños del iPhone?