La experiencia de su amigo mostró a Tsvetanova los inconvenientes del colectivo invidente para efectuar ciertas labores más fáciles y aprovechar todo el contenido que se produce en la red. La emprendedora comprobó la carencia de materiales (libros comerciales sin ir más allá) en braille que hay en el mercado, lo que impide el aprendizaje autónomo por la parte de las personas invidentes.
Para solventarlo, esta ingeniera industrial creó en 2014 BLITAB, una tableta capaz de traducir y transformar a braille diferentes géneros de contenido, incluidos mapas y gráficos. Esta especie de iPad, como lo llama, tiene una división en dos partes. La pantalla superior está basada en una tecnología líquida que interpreta y traduce en pequeños puntos la información que contiene la pantalla táctil ubicada en la parte inferior. Así, el dispositivo traduce a braille y cambia el patrón de la pantalla cualquier contenido de Internet. El usuario solo debe pasar el dedo por la pantalla superior para acceder a los contenidos.
Tsvetanova, que ha recibido múltiples premios como el de Innovador menor de 35 años Europa 2017, de MIT Technology Review en castellano y el Premio para Mujeres Innovadoras de la Comisión Europea, ha efectuado pruebas con resultados positivos en más de 3.000 versiones beta a 300 menores de 34 países. El primer modelo comercial del aparato, que se espera cueste cerca de 450 euros, se dirigirá eminentemente al usuario final, pero BLITAB busca llegar a pactos con empresas y gobiernos para promover el empleo del dispositivo en oficinas y clases.
Progresar en la alfabetización de los pequeños con inconvenientes de visión, poder aumentar la cifra de empleo de adultos invidentes, mejorar su calidad de vida son algunos de los objetivos de BLITAB. Sin embargo, como explica Tsvetanova, el auténtico reto es crear una sociedad sin exclusión.
***Fuente: Opinno, editora de MIT Technology Review en español