Los cerveceros están de enhorabuena. Este viernes 4 de agosto se celebra el Día Mundial de la Cerveza. Y todo gracias a la iniciativa de Jesse Avshalomov, Evan Hamilton, Aaron Araki y Richard Hernández. Los cuatro, en 2007, propusieron la fecha del 6 de agosto para celebrar una reunión en torno a la cerveza. ¿4 o 6 de agosto? Dado que se hizo popular rápidamente, y desde 2012, decidieron que fuese el primer viernes de agosto.
Una celebración donde ‘campaban a sus anchas’ la cerveza rubia y negra. Las rubias englobaban a las tipo Lager, que son las más populares en Europa, junto a las Pilsen. Mientras que las negras están conformadas por las Stout y las Porter.
Pero, y durante los últimos años, estamos viendo como el mundo de la cerveza se está abriendo a nuevos horizontes. Donde antes solo había la rubia y la negra, ahora las tenemos de todo tipo de sabores y colores.
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Uno de los lanzamientos más recientes es el de la Mahou Rosé, una cerveza con toques afrutados: su color y su sabor son fruto de una mezcla de aromas naturales de granada y vainilla, combinado con zumo concentrado de zanahoria negra y morada y azúcar integral de caña.
Por tanto, muchos ‘invitados’ a los cuatro ingredientes básicos y tradicionales en la fabricación de la cerveza: malta, agua, lúpulo y levadura. Nuevos 'compañeros de viaje' a los que se han abierto tanto las grandes compañías como las cerveceras artesanales. Y el resultado es de lo más sorprendente, con sabores que nadie se imaginaría que pudieran existir.
Laurel, pimienta, bourbon y vino
Tanto Mahou San Miguel, como Estrella Galicia, dos de las grandes cerveceras de España se han subido al carro de esta tendencia. Más allá de Mahou Rosé, el grupo dispone de otras cervezas ‘diferentes’ como la Barrica Alma de Viña, una cerveza lager envejecida en barricas que han contenido vino, con un aroma a caramelo, coco, vainilla y frutas pasas propias del vino; o la Barrica Bourbon, en su caso, envejecida en barricas de Bourbon.
También del mismo grupo son las cervezas Alhambra, que lanzaron una gama que denominaron como ‘las numeradas’. Amontillado, Palo Cortado y Pedro Ximénez fueron sus nombres tras haberse criado en barricas que, con anterioridad, se utilizaron en la elaboración de este tipo de vinos de Jerez. Luego hicieron lo propio con el cacao (cacao y chile Chipotle y cacao y piel de naranja).
Y, recientemente, una cerveza anejada en barricas de ron granadino y otra nueva serie de ‘las numeradas’: miel y romero, por un lado; botánicos (cardamomo, enebro, piel de naranja y azahar), por otro; y una tercera cerveza denominada rosas, elaborada a partir de una serie de rosas que evocan los aromas de los jardines de La Alhambra.
Estrella Galicia, por su parte, acaba de lanzar ‘La especialista’. Se trata de una cerveza elaborada con hojas de laurel y pimienta. Y otra de sus últimas apuestas es ‘Estrella del Camino’, que utiliza ingredientes de cada uno de los caminos que van a Santiago como naranjas dulces, semillas de cilantro de Portugal, cebada de Castilla y el trigo de Galicia.
Con anterioridad, y hay que remontarse a 2017, cuando la cervecera apostó por su cerveza con sabor a pimientos de Padrón. Y, como unos pican y otros no, tenía un ligero toque picante.
Luego vinieron las de sabor a percebe, a castañas, a calabaza y vainilla, y a pulpo a feira. Tanto gustaron, que se reeditan año tras año.
Vodka, chocolate, setas y aceitunas
Más allá de estas marcas, hay otras nacionales que también se han subido a este carro. Así, Estrella Damm creó Inedit de la mano de Ferran Adrià, uno de los chefs con más prestigio a nivel mundial. La cerveza estaba aromatizada con cilantro, piel de naranja y regaliz.
Ambar (La Zaragozana) también creó Sputnik, aromatizada con vodka y perfumada con cítricos; la Ambar Bombón, con un ligero sabor a chocolate; y la picante, con cardamomo, bergamota, chile, miel y jengibre.
Mientras que en el plano de las artesanales, La Virgen apostó por la castaña, cereales y frutos secos; Champivil puso el foco en las setas y los grelos; y Oliba Green Beer, como no podía ser menos, compuso su creación con aceitunas.
La Encantada, por su parte, se centró en la artemisa, hierba luisa, frutos del bosque y miel; y, Er Boquerón, apostó por el agua salada del mar Mediterráneo.
Testículos de ballena y granos de café en caca de elefante
Si el campo de nuevos ingredientes y sabores es amplio en España, los ejemplos en el resto del mundo se multiplican a rabiar. Y haciendo bueno el dicho de que para gustos, colores, he aquí una selección de las más inusuales.
Así, la cervecera islandesa Steðji se atrevió con una cerveza de ballena. La primera vez lo hizo con harina de este cetáceo, pero en una nueva vuelta de tuerca, ha optado por las aletas y los testículos para su elaboración. Con los nuevos ingredientes, dice la cervecera que la bebida “tiene más sabor a carne”.
Igual de rara, si no más, es la cerveza elaborada con granos de café en caca de elefante. Se llama Konu Kuro, y nació gracias a la cervecera japonesa Sankt Gallen. De los excrementos de elefante se extraen los granos de café con los que se realiza una chocolate Stout.
¿Más ejemplos? Walker es una cerveza en la que se añaden cerebros de cabra ahumados además del habitual trigo, avena y cebada, con un toque de arándanos; y Abishiri Brewery, en Japón, añade a la leche levadura de cerveza y lúpulo dando como resultado Bilk o ‘Beer + Milk’.
Otros ejemplos son Banana Breed Bear que, como su nombre indica, tiene como ingrediente a la banana; y los estadounidenses Ton y Athena Seefurth, de Pizza Beer Company, conjugaron los ingredientes básicos en una cerveza con otros como tomate, orégano, ajo y albahaca propios de la pizza.
¿Tentados de probarlas? Si no son de su agrado, pueden optar por otras con sabor a donuts de bacon y miel (Rogue); a galleta oreo (Hornswoggler); con agua de glaciar (69ºN); o con particular de oro de 24 quilates (We Brew Gold).
Y si lo que se quiere es compartir el momento con el mejor amigo del hombre, también hay una cerveza para perros. Eso sí, sin alcohol. Su nombre es Kwispellbier (menear la cola, en holandés), y está fabricada por la marca holandesa Schelde. Se elabora a partir de una infusión de extracto de carne de vaca y malta. También es apta para el consumo humano. Cheers.