España es el primer viñedo del mundo: nuestro país cuenta con 930.080 hectáreas de parral, lo que supone, aproximadamente, el 13% del total mundial. De hecho, los vinos españoles suponen el 25% de la producción de vino en Europa, según datos de la Federación Española del Vino.
La actividad vitivinícola supone el 1,9% del PIB español, con 20.330 millones de euros de valor añadido. Se trata de unos datos que dan cuenta de la relevancia que toma cualquier cambio que se incluya en su producción.
Hasta ahora, los vinos, como el resto de las bebidas alcohólicas, no tenían la obligación de incluir en la información de su etiquetado la lista de ingredientes ni la información nutricional, pero eso ha cambiado.
Nueva normativa en el etiquetado de vinos
Aprobada el 8 de diciembre, la nueva ley de la Unión Europea obliga a los vinos y vinos aromatizados a indicar la lista de ingredientes y la información nutricional. Unos datos que, en lugar de ponerse de forma explícita en la etiqueta del vino, van a poder figurar a través de un código QR.
Esta medida de incluir cierta información mediante códigos presenta ventajas como que lo hacen más fiable y menos costoso. Aunque no todas las partes han recibido la aplicación mediante este sistema de forma positiva. Desde la OCU han comunicado que la manera en la que se ha resuelto no "acaba de convencer".
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La Organización de Consumidores y Usuarios considera que, mediante el uso de códigos QR para acceder a la información, se "excluye a las personas que no tienen acceso a dispositivos móviles o conexión a internet dentro de los puntos de venta".
Añaden que esta normativa es "una peligrosa vía donde se pierde la transparencia, que debiera ser la prioridad a la hora de informar a los consumidores". Además, el uso de códigos QR para acceder a la información "obliga a todo el mundo a disponer de un dispositivo móvil y una conexión en el punto de venta para poder acceder a esa información".
Así, desde la OCU remarcan que es básico que las etiquetas incorporen todos los elementos necesarios "para que los consumidores tengan toda la información necesaria para escoger un producto".
Claves del nuevo etiquetado
Todo el vino vendido en la Unión Europea que se haya producido después del 8 de diciembre de 2023 estará legalmente obligado a proporcionar a los consumidores información sobre alergias, energía, ingredientes y nutrición en sus etiquetas.
La información sobre intolerancias, alergias y energía debe imprimirse directamente en la etiqueta física del vino. La información nutricional y sobre ingredientes puede facilitarse electrónicamente mediante un código QR o un enlace web.
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El código QR o el enlace web no pueden dirigir al consumidor a una página web con información de marketing o ventas, o que rastree a los usuarios. La recogida de información personal identificable también está estrictamente prohibida: no hay excepciones.
¿Qué información da el etiquetado?
El Reglamento 1169/2011 es la norma que regula el etiquetado de los alimentos, estableciendo las indicaciones que deben incorporar obligatoriamente todos los alimentos que se vendan en la Unión Europea. Una normativa de aplicación general, de la que, hasta ahora, quedaban liberadas las bebidas con más de 1,2 % de alcohol.
Entre las informaciones obligatorias destacan:
- La denominación del producto
- El contenido neto
- La lista de ingredientes
- la información nutricional
- la indicación de las sustancias alergénicas
- la fecha de consumo
¿Qué pasa con la cerveza?
En las cervezas y bebidas espirituosas no es de aplicación esta normativa. Aun así, algunos productores de bebidas espirituosas, como Pernod Ricard, han empezado a aplicarla de manera voluntaria, incluyendo códigos QR en los que se puede encontrar la información nutricional de sus productos.