Hasta este punto hemos llegado que el bendito maldito cubo de Rubik ya ha aterrizado en nuestras cocinas. Como siempre, los de Cocinillas estamos para acercaros estas cosas raras y frikadas varias a los fogones, mesas y demás parafernalia.
Y diréis, ¿qué se puede hacer con un cubo de Rubik dedicado a la cocina? Pues aquí os traemos dos cositas (más adelante seguro que encontraremos más y os las haremos llegar). Empecemos por una taza. Pues eso, una taza que es un cubo de Rubik, ni más ni menos. Tranquilos que no hay que hacer ningún puzzle para poder beberte un café caliente.
Eso sí, puede gustar tener esa taza y quedarte con las visitas, pero para limpiarlo tiene que tener su aquel…
Luego también tenemos salero y pimentero. En este caso sí que vamos a tener que girar sectores del cubo, pero no os preocupéis, que sólo es para activar el mecanismo, es decir, para salar vuestros platos o darles un toque picantón.
Este objeto sin duda le dará un toque salao a tu cocina. ¿Os gustan? Originales diréis que no son…
Via |