Sobre los envases de plástico y los números que los identifican circulan multitud de leyendas urbanas y es muy probable que en alguna ocasión hayáis recibido algún correo en plan “Alerta importante: si rellenas la botella de agua con agua del grifo te caerán las siete plagas. Pasa esto a tu familia y seres queridos”.

Ya sabemos que a esos correos no hay que hacerles demasiado caso, pero luego vamos a llenar nuestra botella vacía con agua del grifo y se encuentra en la etiqueta un mensaje que dice “Por su seguridad, no rellene”. Y claro, en ese momento, uno se acuerda del correo que automáticamente marcó como spam.

Pero tranquilos, que todo tiene una explicación y los envases de plástico no se convierten en bombas de destrucción masiva porque les echemos un poco más de agua del grifo.

Tipos de envases de plástico

Lo primero que debemos saber es que no todos los envases de plástico están hechos del mismo material, y conocer con qué material han sido fabricados es muy sencillo si miramos el dibujo del triángulo de flechas con un número en su interior que, contrariamente a lo que muchos piensan, no indica el número de veces que se puede reutilizar o rellenar, sino que indica el material con el que está hecho el envase.

Tipo 1. Tereftalato de polietileno (PET) ¿Se pueden rellenar las botellas de agua?

El PET es uno de los materiales que más fácilmente se encuentran en productos destinados a la alimentación, como botellas de agua y de refrescos, botellas de aceite, tupers para comida a domicilio, vasos de plástico, etc. Algunas marcas recomiendan en el etiquetado que no se rellenen, pero esto no es porque el plástico se vuelva tóxico si echamos dentro un poco más de agua.

Si se recomienda no utilizarlas más de una vez es por una cuestión de higiene (si queremos rellenarlas con agua debemos lavarlas bien con agua y jabón para evitar la proliferación de bacterias, exactamente igual que haríamos con una jarra que hayamos usado para servir agua del grifo en la mesa a la hora de comer o con el vaso que hemos usado para beber, que siempre los lavamos antes de volver a usarlos) y para evitar accidentes cuando se rellenan con líquidos no aptos para el consumo que pueden ser confundidos con agua, pues se han dado muchos casos de personas que accidentalmente han bebido lejía y productos similares pensando que bebían agua. Conclusión, podemos rellenar la botella de agua siempre y cuando esté bien limpia y en buenas condiciones -hay que tener en cuenta que tras cada lavado la botella se va deteriorando- y debemos evitar beber de una botella que no hayamos rellenado nosotros.

Aclarado esto, el PET es un material que se puede reciclar si nos encargamos de depositarlo en el contenedor adecudado.

Tipo 2. Polietileno de alta densidad (HDPE). ¿Se pueden reutilizar las bolsas de plástico?

Es un plástico más rígido que se utiliza para hacer envases de plástico para botellas de leche, garrafas de aceite, detergentes y bolsas de plástico. Es muy resistente tanto al frío como al calor y aguanta bien a la intemperie. Es uno de los más seguros, es completamente reciclable y se puede reutilizar sin ningún problema. Obviamente manteniendo las normas básicas de higiene y no poner alimentos en contacto con envases de plástico que originalmente no eran para ese uso.

Tipo 3. Cloruro de polivinilo. ¿Se puede reutilizar el PVC?

Se usa en botellas de aceite, en juguetes infantiles, envoltorios para alimentos… El PVC se ha ganado el nombre de “plástico venenoso” por ir soltando toxinas durante todo su ciclo de vida y porque no es posible reciclarlo. Tampoco debemos reutilizarlo.

Tipo 4. Polietileno de baja densidad (LDPE)

Se usa para bolsas y en botellas para agua. Al igual que el polietileno de alta densidad, el de baja también es uno de los plásticos más seguros que existen. Se pueden reutlizar pero no siempre se pueden reciclar.

Tipo 5. Polipropileno (PP)

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Es un plástico resistente al calor que sirve de barrera contra la humedad, la grasa y los productos químicos. Se usa por ejemplo en los envases para mantequilla o yogures y en las pajitas para refrescos. Su reutilización es segura y se pueden reciclar.

Tipo 6. Poliestireno (PS). Mejor evitar las cajas para hamburguesas.

Es muy fácil de reconocer porque es el típico plástico de las cajas de las hamburguesas de los establecimientos de comida rápida. El alimentación también se usa para cajas de transporte de alimentos congelados.

Se deteriora con gran facilidad y es altamente contaminante, por lo que no debe reutilizarse para uso alimentario. También hay algunos estudios que indican que contiene sustancias que podrían ser carcinógenas y causar problemas en el aparato reproductor, por lo que por precaución se recomienda evitar su uso.

Tipo 7. Otros plásticos y materiales compuestos. El controvertido Bisfenol A.

En este grupo se engloban materiales como el policarbonato (PC) con el que se fabrican CD’s y DVD’s o biberones infantiles o los plásticos biodegradables de nueva generación hechos a base de almidones vegetales (PLA). El uso del policarbonato en alimentación está desde hace tiempo en el punto de mira, ya que contiene Bisfenol A (BPA), una sustancia tóxica que podría transferirse a los alimentos en contacto con el envase, principalmente si este se somete a temperaturas elevadas.

Los envases de plástico del tipo 7 no son reutilizables, pero los etiquetados como PLA son biodegradables, es decir, no se reciclan pero son compostables.

En conclusión, podremos reutilizar los envases de plástico de los tipos 1, 2, 4 y 5, siempre que mantengamos unas correctas normas de higiene y no pongamos alimentos en envases que originalmente no fuesen concebidos para uso alimentario.