Con los tomates pasa algo parecido a lo que pasa con las patatas, que uno va a comprar y se encuentra con un montón de variedades, un montón de precios y un montón de dudas. ¿Cuál es el mejor tomate para una buena ensalada? ¿Y para una salsa? ¿O para un gazpacho? O la pregunta del millón, ¿serán de esos que casi parecen un limón de lo ácidos que están? ¿O serán de esos que directamente no saben a nada y la carne parece corcho?

Por suerte, incluso si compramos los tomates a granel, en la caja habrá siempre una etiqueta que nos indique la variedad de qué se trata y su procedencia, y la mayoría de las veces con eso será suficiente para saber que el tomate que nos llevamos no nos va a arruinar la comida.

¿Cuál es el mejor tomate para cada receta?

Aunque hay miles de variedades de tomates y probablemente para cada uno los mejores sean los de su pueblo, si uno va a comprar tomates al supermercado se va a encontrar con las variedades más populares entre las que hay bastantes diferencias que tienen que ver con el sabor, la piel, la textura de la carne, la acidez o la cantidad de semillas, que hacen que no todos sean adecuados para todas las recetas.

Tomate Daniela

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El tomate Daniela es uno de los más habituales del supermercado, muy llamativo porque son todos redondos e iguales, con la piel muy gruesa y la carne firme, lo que hace que soporten muy bien el transporte y conserven su buen aspecto durante bastante tiempo, pero tienen muy poco sabor y son muy ácidos. Suelen ser baratos y en mi modesta opinión es el mejor tomate para nada.

Tomate rama

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Se venden en racimos y no suelen ser demasiado grandes. Son de color rojo vivo, aguantan bien el transporte y duran bastante tiempo. El sabor es ligeramente agridulce y si han madurado correctamente antes de la recolección tienen buen sabor y son muy aromáticos, por lo que pueden usarse para ensaladas y platos en los que se sirva crudo.

Tomate Kumato

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Son redondos, de tamaño similar a una ciruela y no son rojos, sino que son de un color entre marrón y verde oscuro. Su sabor es dulce e intenso y tienen la piel muy fina, por lo que se conservan poco tiempo y su precio es elevado. Son perfectos para ensaladas en las que el protagonista indiscutible sea el tomate, por ejemplo para una ensalada de tomates con ventresca de bonito o para mermeladas de tomate.

Tomate pera

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El tomate pera podemos encontrarlo en racimos o suelto y también es la variedad más popular que solemos encontrar en las latas de tomates enteros y pelados. Tienen la piel lisa y fina, mucha carne y pocas semillas. El sabor es ligeramente ácido y son muy aromáticos. Además, su precio no suele ser elevado, por lo que es el mejor tomate para salsas y gazpachos.

Tomate cherry

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Aunque ahora hay tomates cherry de varias formas y colores, los clásicos son de color rojo intenso, muy dulces, con la piel muy fina y lisa, lo que los hace perfectos para ensaladas o para preparar aperitivos como estas brochetas o esta tarta salada de tomates cherry.

Tomate corazón de buey

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El Corazón de buey, que recibe este nombre porque su forma recuerda al corazón de una vaca, es un tomate rojo y carnoso de gran tamaño -pueden llegar a pesar medio kilo-, con muy pocas semillas, muy sabroso y aromático cuando está en temporada -en verano-. Se conserva bien y es prácticamente todo terreno, pues dará buenos resultados prácticamente con cualquier receta.

Tomate raf

El tomate raf es el de la imagen de portada, un tomate asurcado, muy sabroso y aromático, en el que predomina el dulce pero también tiene un punto ligeramente ácido. Cuando está en su punto óptimo de maduración tiene una textura ligeramente crujiente que lo hace el rey de las ensaladas. Su calidad es tan reconocida que también se le conoce como tomate “pata negra”, aunque hay que fijarse en la procedencia de los mismos, pues gran parte de su sabor se debe a los suelos salinos de Almería, donde está más extendido su cultivo, por lo que si son de otro sitio no saben igual.

Otros tomates asurcados que también presentan zonas verdosas y que también son de una calidad excepcional son el tomate Muchamiel, fácil de encontrar en la Comunidad Valenciana y el tomate Negro de Santiago, un cultivo autóctono gallego que ha sido recuperado hace unos años por el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo que, a pesar de ser unos tomates algo “feúchos” de presencia, son una maravilla. Aunque tanto el Raf, como el Muchamiel y el Negro de Santiago es un éxito para cualquier receta, suelen ser algo más caro que otras variedades, por lo que es siempre el mejor tomate para disfrutarlo solo, con un poco de sal, un buen aceite de oliva virgen extra y un buen pan… no necesita más.

Imágenes | GoldlockiFrank C. Müller

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