Volvemos a la carga con trucos para conseguir que vuestros bizcochos sean siempre perfectos y hoy vamos a dar un repaso a por qué no salen los bizcochos algunas veces, vamos a ver cuáles son los errores más comunes, bien sean por despistes o por jugarretas de nuestro horno que hacen que el bizcocho no salga como esperamos.
Son muchas las cosas que pueden influir, desde el color o el tamaño del molde, la altura a la que coloquemos la bandeja o, simplemente que nuestro horno no esté bien calibrado.
Por qué no salen los bizcochos siempre bien
A continuación vamos a ver una lista de los fallos más comunes y cuál es la causa de los mismos.
El bizcocho sale con una joroba en el centro
Puede ser por dos razones:
- El horno estaba a mucha temperatura en el momento de introducir la masa.
- La masa tenía exceso de harina.
El fondo del bizcocho está quemado
Las razones pueden ser, aparte claro está de que se nos haya despistado el tiempo y nos hayamos pasado tres pueblos:
- Usar un molde demasiado grande o demasiado profundo.
- Usar un molde demasiado oscuro. En este post os contamos cómo influye el color del molde a la hora de hornear.
- Usar un molde con el fondo deformado de manera que no apoye correctamente.
El bizcocho tiene grietas profundas
- Hemos horneado a mayor temperatura de la debida.
- La masa tiene demasiada harina o demasiada levadura Royal -impulsor-.
El bizcocho se queda hundido en el centro
- Temperatura de horneado inferior a la necesaria.
- Hemos abierto el horno antes de tiempo mientras estaba subiendo.
- Lo hemos sacado del horno antes de tiempo.
- La masa tiene un exceso de grasa, de azúcar o de bicarbonato.
- Le falta harina.
El bizcocho tiene textura granulosa
- La temperatura de cocción no es lo suficientemente alta
- La mezcla está demasiado batida
- La mezcla tiene demasiada harina o demasiada levadura Royal.
La masa se desborda en el horno
- Temperatura insuficiente.
- Molde demasiado pequeño.
- Demasiada levadura Royal.
El bizcocho queda demasiado duro
- La temperatura de cocción es demasiado alta.
- La masa tiene poco azúcar o poca grasa.
- La masa tiene demasiada harina.
El bizcocho queda pastoso
- Temperatura de horneado demasiado baja.
- Hemos tardado demasiado tiempo en desmoldarlo después de sacarlo del horno.
El bizcocho no coge color dorado
- La temperatura no es suficientemente alta.
- Durante el horneado el bizcocho ha quedado cubierto por otra bandeja del horno.
El bizcocho tiene los bordes quemados
- Hemos horneado con varios moldes a la vez tocándose unos con otros.
- El molde estaba tocando las paredes del horno.
Tomad nota de todas estás situaciones porque en ellas suele estar siempre la clave de por qué no salen los bizcochos siempre perfectos aunque hayamos seguido las recetas al pie de la letra.