La moda no es solo para la ropa, también influye en lo que cocinamos y no veáis de qué forma. Hace un par de días me hizo mucha gracia un vídeo en el que se recrea cómo han evolucionado las cenas en los últimos 100 años y es simpático ver cómo han ido apareciendo los platos precocinados o cómo hace años comidas que hoy nos parecen viejunas eran lo más a la hora de la cena,

La evolución de las cenas en los últimos 100 años

Hace 100 años, allá por 1915 a la hora de cenar podían llenarnos el plato con unos trozos de rosbif y unas patatitas asadas. Desde luego no se iban a la cama con hambre.

10 años más tarde, en 1925, una cena podía ser un estofado de pollo con verduritas acompañado de un poco de arroz blanco. La verdad es que yo también podría cenarlo ahora y quedarme la mar de contenta.

Si nos vamos a la década de los 30, vemos que cada vez la complicación es menor y la cena se soluciona por ejemplo con unos guisantes con mantequilla, una tostada y un poco de fiambre con alguna salsa.

1945, con medio mundo recuperándose de los efectos de la II Guerra Mundial, la cena de cualquier día podía consistir en un poco de carne enlatada, verduras en conserva y una patata asada.

Y llegaron la tele y la comida precocinada, y en 1955 la cena solo había que calentarla y servirla. Y eso que aún no habían inventado el microondas.

1965, una cena que bien podría ser de cualquier noche actual, pero que era más habitual hace 50 años, pollo empanado con patatas y zanahorias al vapor.

Hace 40 años triunfaban las fondues que, ahora también nos gustan, pero todos sabemos que son comida viejuna.

Allá por 1985 reinaban los macarrones con queso que podían ir acompañados de carne picada y, tratándose de la versión yanki, con la carne dentro de un bollo de hamburguesa.

Hace 20 años estaba de moda la comida mexicana en medio mundo y cenarse unos tacos era lo más.

Y hace 10 años no eras cool si no cenabas sushi, o para ser más exactos, si no pedías sushi para cenar.

Y llegamos a 2015, que para cenar a la moda hay que animarse con la quinoa, la berza y para acompañar, un pescadito a la plancha o incluso hacerse fan del tofu.

Y como con tanta comida me ha entrado un poco de hambre y ya van siendo horas de pensar en la cena, esta que escribe no se va a complicar la vida y se va a hacer una tortillita francesa que va a saber a gloria. ¿Qué cenáis vosotros?

Fuente | Mode.com