Muchos vegetarianos nos ven a los carnívoros, o más bien omnívoros, como unos asesinos y eso provoca que sus argumentos para animarte a ser vegetariano pasen por el filtro de la moralidad que supone matar a un animal para comer.
Los Omnívoros no estamos cometiendo ningún mal
Yo no quiero que me den lecciones sobre un instinto y un gusto natural, que es el de comer carne. No me tengo por qué sentir mal ni culpable por hacer algo normal. Es más, ser vegetariano no tendría por qué ser una dieta de máximos. O todo o nada. El equilibrio es un punto intermedio. Sin pasar nunca por el adoctrinamiento de que matar para comer es malo.
Es evidente por muchas razones que la mayoría de la población come demasiada carne y que todos deberíamos ser algo más vegetarianos, buscando un equilibrio, y a quien le guste y prefiera, ser vegetariano al completo, aunque ningún nutricionista lo recomiende al 100%.
Así que harto de encontrar posturas enfrentadas, he decidido hacer una lista en la que NO menciono el consumo de carne como un delito, en la que explico por qué es una buena idea empezar a consumir más frutas y verduras.
5 buenas razones para ser vegetariano sin dejar la carne
- La fruta y la verdura contienen menos grasas, por lo que tu dieta será mucho más equilibrada y no engordarás (a no ser que se te vaya la mano con los aceites y los dulces).
- Una dieta vegetariana contiene muchos menos aditivos, edulcorantes, estabilizantes, conservadores y muchos otros tipos de añadidos.
- Un dieta rica en verduras ayuda enormemente a regular el sistema digestivo, haciendo las digestiones más fáciles, y ayudando al tracto intestinal a una perfecta regulación.
- El coste medioambiental de la producción de carne es elevadísimo. No sólo por la emisión de CO2 que se produce, sino por el rendimiento de Kg de carne/pienso que necesitan. Si te preocupa el medio ambiente, antes incluso de reciclar una bolsa de plástico, puedes reducir tu ingesta de carne, que en la mayoría de los omnívoros, superamos la dosis anual recomendada.
Uno de los mayores retos de este siglo para el ser humano es abastecer de comida a toda la población, y eso pasa por equilibrar el consumo de carne reduciéndolo y fomentando cultivos sostenibles por rendimiento.
- La variedad de productos frescos que no proceden de origen animal es enorme, con una enorme amplitud de sabores y texturas. En carnes no hay mucho donde elegir, sin embargo podría estar horas citando frutas y verduras de diferente especie y clase. En la variedad está el gusto y el placer de los nuevos sabores, como cuando vas a un restaurante buenísimo con estrellas Michelín, donde la gracia está en que lo que comas te sorprenda por nuevo.
Los vegetarianos han criado una mala fama, a pulso, por lo extremista de su postura, provocando así que para compensar, los carnívoros también se vayan al otro extremo, alejando posturas y provocando una brecha nutricional en la que te etiquetan de una cosa o de la otra.
Hay que romper eso y tender puentes que unan dos tipos de alimentos que pueden convivir perfectamente. Más verduras y menos carne. Es muy sencillo. Tu alimentación, no sólo te concierne a ti, si no que afecta al mundo entero.