DOMINIQUE FAGET / Getty Images

La comida navideña de los presos se ha convertido en todo un clásico de las fiestas sobre todo desde el ingreso de algunos conocidos personajes públicos. Pero ¿cuál es la comida habitual en los centros penitenciarios españoles? Hablamos con Jose Manuel Couso, el portavoz de prensa de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios para descubrirlo.

 ¿Qué va a comer en la cárcel Urdangarin?

Si Iñaki Urdangarin entrase hoy al centro penitenciario Madrid II de Alcalá de Henares para cumplir su condena de 6 años y 3 meses tendría un menú que consistiría en un plato de lentejas de primero, canelones con carne de seguro y una naranja de postre. Todo, como no, acompañado de pan y agua. Esta sería una de las tres comidas (desayuno, almuerzo y cena) que se sirven por norma en todos centros penitenciarios españoles.

Aunque los menús varían a lo largo de la semana, todos tienen una estructura similar. El estado se gasta 65€ al día de media por cada recluso de los cuales sólo 3,66€ se dedican a la comida. En los desayunos se suele servir café con leche acompañado de pan con mantequilla y mermelada. De vez en cuando también se sirven galletas, magdalenas y bizcochos para dar algo de variedad. En las comidas y cenas (menos cuantiosas) se sigue siempre la misma estructura de primero, segundo y un postreque entre semana es fruta de temporada y los fines de semana se sustituye por flanes o yogures.

La única excepción se realiza en fechas señaladas como el día de la Virgen de Merced (patrona de funcionarios y reclusos) o las navidades donde el gasto por comida se duplica. En el caso del centro penitenciario Madrid II el menú navideño estuvo compuesto por embutidos variados y langostinos de primero, cordero asado de segundo y un postre formado por natillas, helado y turrón.

Lo que no cambia nunca es la forma en la que se sirve. Siempre en bandejas metálicas que se reparten acompañadas de cubiertos de plástico. Una vez terminada la comida, se recogen y limpian en un “túnel de lavado” situado en la cocina.

Según el portavoz de prensa del CSIF “en algunos centros está más rica que en otros” pero en todos se lleva un control riguroso de las calorías, grasa, azúcares, proteínas y nutrientes. “Ante todo se busca que sea equilibrado” asegura.

¿Quién prepara la comida?

TAIWAN-LIFESTYLE-PRISON-FOOD

Salvo en casos excepcionales, en los que un centro es tan pequeño que recurre a un servicio de catering, toda la comida que se sirve a los reclusos se prepara internamente. Además de las instalaciones necesarias cada centro penitenciario cuenta con un equipo de cocineros profesionales que se encarga, junto al equipo médico, de diseñar el menú y gestionar la cocina. Son funcionarios totalmente cualificados y tienen la preparación necesaria para hacerse cargo de la preparación de todos los menús especiales. En muchos casos también se cuenta con al ayuda de internos a los que se dada de alta en la seguridad social y se les paga un sueldo.

¿Qué pasa con las dietas especiales?

Aunque de normal a los internos no se les permite elegir el menú a la carta, si se hacen excepciones por motivos médicos o religiosos. Al igual que en un hospital, la dieta se adapta según las condiciones de salud de cada recluso. Se dan suplementos a aquellos con ciertas carencias y se sustituyen alimentos en el caso de las alergias. Por ejemplo, en el caso de los internos de 18 a 25 años, se incluyen complementos como leche o zumo en ciertas comidas.

En el caso de los internos musulmanes no sólo se les prepara un menú sin cerdo sino que se tienen en cuenta fechas especiales como el Ramadán. Durante este ayuno, que se realiza en el noveno mes del calendario musulmán, a los creyentes que así lo soliciten se les sirve la comida a las horas acordes (antes del alba y al atardecer). Aunque no es generalizado, en muchos centros también se sirven menús veganos.

La hora de la compra

Prisoners walk in the courtyard of the S

Con lo que si cuentan todos los centros es de un economato en el que los presos pueden adquirir productos básicos como embutido, conservas, café, verdura o fruta. No suelen ser muy grandes ni tener una gran variedad, pero sirve de alternativa para muchos internos. Los precios son algo más económicos que los de un supermercado normal dado que los productos están exentos de impuestos.

No hay limitaciones en cuanto a la cantidad de lo que se puede comprar, sin embargo, no se puede almacenar una gran cantidad de comida en la celda. Esto se debe a que carecen de neveras y no están preparadas para ello.

No está disponible en todos los centros, pero en algunos economatos hay máquinas de perritos calientes. Un servicio que, según nos comenta el portavoz de prensa del CSIF, es bastante popular entre los internos.

Nada del exterior

Por motivos de seguridad en los centros penitenciarios españoles está totalmente prohibido que los internos reciban comida por parte de sus amigos y familiares. Todos los alimentos que consumen los internos tienen que ser verificados por el centro. En el caso de que Iñaki Urdangarin quiera algún un producto concreto que no se encuentre en el economato los internos pueden comprarlo a través de un servicio de mandadurías.