Puede que hayan logrado lo que buscaban, al fin y al cabo todos estamos hablando del anuncio de Pepsi con Kendall Jenner, pero eso no quita que sea un despropósito de principio a fin. No importa qué plano mires o en qué historia te fijes, todo está mal.
Para quien no haya visto el anuncio de Pepsi (además de no haberse perdido mucho), aquí va un pequeño resumen: Kendall Jenner (una de las famosas hermanas Kardashian) está haciéndose una sesión de fotos en la puerta de un local cuando un guapo músico con un chelo a la espalda le echa una mirada invitándola a unirse a la manifestación en la que participa. Ella duda y al poco se quita su peluca rubia, coge una lata de Pepsi y se une a una protesta que más bien parece el carnaval de Rio de Janeiro. Por último, le da la Pepsi a un policía que está deteniendo la manifestación y todos saltan de alegría.
Una parodia de las protestas ciudadanas
La situación no puede ser más ridícula. Tanto que el anuncio de Pepsi casi parece una burla ante todas las protestas ciudadanas que han ocurrido en los últimos meses por todo el mundo y en especial Estados Unidos.
Seamos serios. ¿Quién narices se va a una manifestación con un chelo encima? ¿Por qué todos están bailando como locos? ¿Quién se supone que ha escrito esos carteles tan insípidos?
Es como si toda la gente que sale a luchar a la calle para pedir igualdad y respeto de sus derechos, como ha ocurrido con la comunidad afroamericana de USA, saliesen a la calle a celebrarlo y pasarlo bien. Es como si el anuncio gritase a los cuatro vientos “¡qué más dan todos los problemas si tenemos unas cuantas Pepsis para celebrarlo!”.
Aunque, sin duda alguna, lo peor de todo es que hayan tenido la valentía de coger una imagen tan significativa y la hayan convertido en publicidad. No me extraña que la gente en Twitter se haya vuelto loca con el anuncio.
Actualización: Pepsi ha anunciado que va a retirar la campaña debido a la mala acogida y las críticas que ha tenido.