Para cualquier buen cocinero que se precie de serlo, sus cuchillos de cocina son unas de las herramientas más importantes. Hasta el punto de que muchos cocineros profesionales suelen llevarse sus propios cuchillos cada vez que deben cocinar en una cocina que no es la suya.
Son utensilios que utilizamos a diario y para tareas que, aún tratándose siempre de cortar algo, pueden ser muy diferentes. No tiene nada que ver cortar una cebolla en brunoise con filetear un pescado. Por eso, tener unos cuchillos adecuados -que no siempre significa tener los más caros de la tienda- es algo realmente importante tanto a la hora de trabajar de manera cómoda, como a la hora de evitar accidentes domésticos.
Errores que debes evitar con los cuchillos de cocina
Alguna vez le he oído decir a Jordi Cruz en Masterchef que el cuchillo que sirve para todo, no sirve para nada. Yo no puedo estar más de acuerdo porque, aunque es cierto que todos tenemos un cuchillo favorito al que conseguimos darle buen uso para un montón de funciones, os confieso que hay tareas que pueden pasar de ser un mero trámite a una real tortura.
Gastarte poco dinero o demasiado en tus cuchillos de cocina
Cuando uno va a comprarse un cuchillo se encuentra con que los precios son de lo más variopinto. Nos podemos encontrar con cuchillos cuyos precios pueden variar desde unos pocos euros hasta varios centenares. Por lo general, estas diferencias no obedecen a caprichos, sino a que en el mercado hay cuchillos muy que muy malos y, por tanto, baratos, y cuchillos de altísima calidad que, evidentemente son muchísimo más caros.
De los primeros hay que huir, porque con su compra, en vez de ahorrar, estamos tirando el dinero, aunque sea poco. Los últimos, por el contrario, pueden suponernos un gran esfuerzo económico que no siempre será necesario.
En general, con un pequeño juego de cuchillos básicos de buena calidad y precio medio estaremos bien servidos y luego están los que yo llamo cuchillos de batalla, que son aquellos que uso para tareas con las que los cuchillos suelen quedar bastante perjudicados, como cortar tomates, picar frutos secos o pelar patatas -que por alguna extraña razón tienen una tendencia especial a acabar en el cubo de la basura junto con las mondas de las patatas-.
Tanto Zwilling como Wüsthof son marcas de prestigio reconocido que surten de cuchillos a muchas cocinas profesionales. El desembolso inicial es una buena inversión si se cocina a diaria, pues son cuchillos que duran toda la vida si se cuidan.
Algunos ejemplos de cuchillos low cost de batalla que, si se cuidan, pueden durar tiempo en buenas condiciones y son una solución para los que solo cocinen de vez en cuando o para los que cocinamos a menudo, que nos ayudan a cuidar los cuchillos buenos dejando para estos tareas como las que os comentaba antes.
No elegir bien los cuchillos de cocina que necesitas
Comprar un juego de cuchillos puede suponer un ahorro ya que suelen salir algo más baratos que si se compran sueltos, pero por otro lado exige desembolsar todo el dinero a la vez y pensar muy bien antes de comprar si le vamos a sacar partido a todos los cuchillos del juego. Por ejemplo, para un vegano, un cuchillo deshuesador o un jamonero no tienen ninguna utilidad. Normalmente con que haya uno del juego que no vamos a utilizar, nos compensará comprar los que necesitemos por separado.
Por supuesto, a la hora de elegir el diseño de los cuchillos también es fundamental que puedas probar cómo los sientes en tu mano, porque igual uno que a primera vista te parece menos bonito al final te resulta más cómodo en la mano. A la hora de comprar cuchillos siempre es aconsejable hacerlo en un sitio donde se puedan probar y, si es una tienda online, elegir una en la que estemos seguros de que si los cuchillos no nos convencen los podremos devolver sin problemas.
No guardar los cuchillos correctamente
Tener los cuchillos de cualquier manera en el cajón de los cubiertos no es lo más recomendable si queremos que nos duren tiempo, aparte de ser un peligro para nuestra mano cada vez que la metamos para sacar algo del cajón, las hojas se pueden golpear unas con otras y acabar sufriendo mellas que podrían arruinar nuestros cuchillos.
En el mercado hay un montón de soluciones para guardar los cuchillos de manera adecuada que están pensadas para todo tipo de cocinas y para todo tipo de cocineros, desde aquellos que tienen la necesidad de tenerlo todo recogido cuando no están cocinando a los que necesitan tenerlo todo a mano incluso antes de ponerse a cocinar.
Incluso puedes echarle imaginación y fabricarte tu propio taco para cuchillos con materiales que probablemente ya tienes en casa.
Lavar los cuchillos de cocina en el lavavajillas
No, no y no. Incluso aunque el cuchillo tuviese una etiqueta que pusiese apto lavavajillas, el cuchillo durará más en buenas condiciones si lo lavas siempre a mano y lo secas bien después de cada uso. No pasa nada porque metas los cuchillos de mesa junto con el resto de cubiertos de acero inoxidable, pero los cuchillos grandes es mejor que no se laven a máquina, ya que la exposición prolongada a las altas temperaturas que se producen dentro del lavaplatos va dañando poco a poco los sistemas de conexión entre el mango y la hoja.
No usar las tablas de corte adecuadas para los cuchillos de cocina
Últimamente se han puesto muy de moda las tablas de cortar de cristal por su comodidad a la hora de limpiarlas y desinfectarlas, pero, por desgracia para los cuchillos, este tipo de tablas hacen que el filo sufra de sobremanera. Las tablas de cristal apenas tienen rozamiento, por lo que una vez realizado el corte del alimento que tenemos sobre la tabla, al cuchillo le cuesta frenar y sigue deslizando sobre la tabla. Ese intento de frenada sobre el cristal hace que se pierda el filo con facilidad.
No afilar los cuchillos de cocina con frecuencia suficiente
Un cuchillo mal afilado es un peligro en la cocina, porque nos obliga a hacer fuerza para cortar con el consiguiente riesgo de sufrir un accidente si hacemos más fuerza de la necesaria y se escapa el cuchillo. Pensadlo vosotros, ¿a que la mayoría de las veces que os habéis cortado ha sido con cuchillos que parecía que no cortaban mucho?
Aparte de que suponen menor riesgo, trabajar con cuchillos bien afilados es una verdadera gozada.
Para saber si tus cuchillos necesitan una sesión de afilado basta con que pongas una hoja de papel sobre la tabla y deslices el filo sobre ella, si no se corta de manera limpia y sin dificultad, es hora de que te pongas manos a la obra con el afilador.
Espero que a partir de ahora sigais todos estos consejos, vuestros cuchillos, vuestro bolsillo e incluso vuestros dedos os lo agradecerán.
Imagen de cabecera | Pexels (Pixabay)