Su carne nos encanta, pero su gran contenido de materia grasa muchas veces nos echa para atrás a la hora de consumirlo a menudo en nuestra dieta.
De hecho, hablar de cerdo bajo en grasa suena como a contradicción. Pero es posible, en el caso de los cerdos, un grupo de científicos chinos lo han conseguido utilizando técnicas de ingeniería genético.
Cerdo bajo en grasas con modificaciones genéticas
En un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, un grupo de científicos informan de que han sido capaces de crear 12 cerdos completamente sanos con un 24% menos de grasa corporal que los cerdos normales.
Estos cerdos genéticamente modificados han sido diseñados en laboratorio con el fin de proporcionar a los ganaderos unos animales que sufran menos con los climas fríos y, por tanto, resulten más baratos de criar.
Según Jianguo Zhao, del Instituto de Zoología de la Academia de Ciencias de China en Beijing y director de la investigación, “este es un gran problema para la industria porcina”.
Como resultado de las modificaciones genéticas, estos animales tienen menos grasa corporal porque tienen un gen que les permite regular mejor la temperatura de su cuerpo quemando grasa. Eso podría ahorrarles a los agricultores millones de dólares en gastos de calefacción y alimentación, así como evitar que millones de lechones sufran y mueran en los climas fríos.
“Podrían mantener su temperatura corporal mucho mejor, lo que significa que podrían sobrevivir mejor en el clima frío”, dijo Zhao en una entrevista.
Un gran avance que podría quedarse en nada
Según R. Michael Roberts , profesor en el departamento de ciencias animales de la Universidad de Missouri, editor de la revista científica que ha publicado el estudio, “Se trata de un documento de gran importancia a nivel tecnológico que muestra una manera en la que se puede mejorar el bienestar de los animales al mismo tiempo que se mejora el producto de esos animales: la carne”.
Pero Roberts duda de que la Administración de Alimentos y Medicamentos apruebe un cerdo genéticamente modificado para su venta en los Estados Unidos. También es escéptico de que los estadounidenses coman carne de cerdo transgénica.
“Dudo mucho que este cerdo en particular alguna vez sea importado a los Estados Unidos, una cosa, y en segundo lugar, si alguna vez se le permitirá entrar en la cadena alimentaria”, dice.
En Europa, el panorama probablemente sería muy similar, pues cada vez es mayor el rechazo hacia los alimentos modificados genéticamente.
En el futuro, los transgénicos pueden ser una necesidad
Se prevé que la población del planeta alcanzará los 10 mil millones de habitantes en el año 2050 y, para cuando llegue ese momento, deberían emplearse enfoques genéticos modernos que optimicen la producción de alimentos tanto animales como vegetales. De no ser así es muy probable que no se pudiese garantizar la alimentación de una gran parte de la población.
Según los chinos que han elaborado este estudio, las modificaciones genéticas de este tipo no afectan al sabor de la carne, simplemente hace que ésta sea más magra y, por tanto, más saludable.
Durante el experimento, se criaron 12 lechones machos que fueron sacrificados a los seis meses para su análisis, pero se trataba de animales sanos y normales. Incluso un ejemplar llegó a aparearse y produjo descendencia sana con una cerda no modificada genéticamente.
Ahora solo queda confiar en que poco a poco vaya cambiando la mentalidad y la sociedad empiece a comprender la necesidad y las ventajas del uso de estas técnicas que, además, no tienen por qué ser de uso exclusivo. Quiero decir, que el hecho de criar cerdos a la carta no implica dejar de crear cerdos en las dehesas para poder seguir disfrutando de productos tan deliciosos y tan nuestros como el jamón ibérico.
Imagen de cabecera | Jianguo Zhao