La achicoria lleva años entre nosotros. De hecho, esta infusión ha estado presente en los desayunos "de toda la vida" de muchos españoles. Pero, desde hace algún tiempo, parece haber caído en el olvido. ¿Sabías que es una alternativa al café perfecta? Se trata de un producto natural, de gran sabor, sin excitantes y con múltiples beneficios para la salud.
¿Cómo puede sustituir la achicoria al café?
Si lo que buscas es dejar el café, bien porque estás enganchado, o te gusta su sabor pero te mancha los dientes, o te quita el sueño una vez pasadas las seis de la tarde, la achicoria es la solución.
Sola, o en su formato soluble, es una opción fantástica para tomarla acompañada de leche. Su sabor te va a recordar mucho al del café. También puedes diluirla en leche e incluso mezclarla con chocolate.
Como no contiene cafeína, puedes usarla para acompañar al café y rebajar su aporte, a la vez que le confiere un aroma especial. Además de estar libre de excitantes, contiene gran cantidad de fibra, de origen 100% vegetal.
Los formatos en los que la puedes encontrar son ya muy numerosos: tostado tradicional, soluble, Bio Natural (elaborada con achicoria biológica de cultivos locales, cercanos al lugar de fabricación) o en cápsulas compatibles con Nespresso como es la nueva propuesta de la marca Summun, que ofrece alternativas con café y cacao incluidos.
En Bélgica, Holanda o Francia está fuertemente arraigada. En España comenzamos a redescubrirla gracias a su origen natural y sus propiedades saludables.
¿Qué es la achicoria?
La achicoria es una planta de color verde y es una variedad de la endibia. Con sus hojas se pueden preparar ensaladas pero es de la raíz de donde podemos sacar mayor partido y la parte que se usa para elaborar la infusión.
En toda la zona del Mediterráneo se cultiva desde hace siglos y ya los egipcios la usaban como planta medicinal. Es en la Francia del siglo XIX cuando descubren su infusión y las propiedades que tiene. Y es en época de crisis cuando resurge siempre con fuerza ya que es más barata que el café y su sabor levemente amargo recuerda a éste.
No contiene excitantes, ni teína ni cafeína, por lo que puede ser consumida a cualquier hora del día sin miedo a que te quite el sueño o te altere.
De bulbo a fino grano soluble
Desde que se recoge el bulbo hasta que se obtiene el fino grano que adquirimos en las tiendas, la achicoria experimenta varias transformaciones. Primero el bulbo se lava y se trocea en láminas finas. Después, se aplica aire caliente para deshidratar los trozos obtenidos.
A continuación, se somete a un proceso de tostado en un horno. Una vez se han enfriados las láminas, se procede a molerlas y de ahí se obtiene un grano fino de color oscuro.
Para la achicoria soluble el molido es muy fino y se mezcla con agua para obtener un jugo concentrado que se pulveriza y así es como puede consumirse disuelta en agua o leche después.
Todos los beneficios de la achicoria
Esta planta está llena de beneficios para nuestra salud. Son tantos que parece mentira que se concentren en una única planta.
- Ayuda a regular el tránsito intestinal: gracias a la inulina, uno de sus componentes más característicos, nos ayuda a regular el tránsito intestinal. Además, ayuda en la disminución del colesterol LDL malo plasmático, y los triglicéridos.
- Vitaminas y minerales por doquier: calcio, hierro, potasio, magnesio y fósforo. Además, contiene potentes antioxidantes, como el betacaroteno y la provitamina A.
- Facilita la digestión: gracias a la intibina que contiene, favorece la secreción de jugos gástricos, facilitando la digestión de los alimentos. Y además, es esta intibina la que le confiere su característico sabor.
- Es diurético: esta infusión ayuda a nuestros riñones a trabajar más y mejor.
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