Las excusas por las que se te pueden antojar unos Manolitos son muchas: Porque tienen un aspecto fantástico que grita "¡cómeme!". Porque, si los has probado, necesitas repetir. O al contrario, porque no los has catado y todo el mundo te ha hablado maravillas de ellos. Porque te lo mereces. Porque sí.
Sea cual sea el motivo que quieras usar como pretexto, vas a disfrutar igual de estos bollos. Está garantizado.
¿Qué son los Manolitos?
Hablamos de un dulce tremendamente sabroso y jugoso. Lo más parecido que podemos usar como referencia serían unos minicroissants, aunque los Manolitos son bastante diferentes. Se elaboran con más mantequilla de la habitual, lo que les confiere su textura tan característica, más abizcochada que un croissant, y también su particular sabor.
Hay Manolitos dulces y salados. Los primeros se pueden encontrar cubiertos de chocolate negro, blanco, tres chocolates, o bañados. También los hay sin ningún tipo de cobertura. En cuanto a los salados, están rellenos de combinaciones tan sugerentes como mousse de pimientos de piquillo y bacalao con queso crema, guacamole y tiras de pollo con salsa de yogurt o un clásico como el que lleva Jamón Gran Reserva, tomate natural y AOVE.
¿Cómo nacieron los Manolitos?
Su nacimiento fue, como ha pasado tantas veces con grandes descubrimientos, fruto de un despiste que resultó ser muy certero. Sus creadores, Manolo Manzano padre y Manolo Manzano hijo, estaban preparando minicroissants cuando echaron más mantequilla de la necesaria. Así obtuvieron esta delicia.
Sucedió a finales de los años 90 en la Pastelería Manolo (Corazón de María, 10), en Colmenar Viejo, un obrador de esos que diríamos "de toda la vida". Por aquel entonces era su único negocio, pero hoy este lugar se ha convertido en el obrador de todas las Pastelerías Manolo y Manolo Bakes, a las que abastece con 34.000 kilos de Manolitos al mes.
Desde entonces, su fama empezó a llegar poco a poco. Los golosos que conocían los Manolitos de Colmenar Viejo hablaban de ellos y así es como llegamos a 1999, año en el que empezaron a formarse colas en el obrador para hacerse con estos dulces. Hasta que en 2015 la pastelería abre su primer local en la ciudad de Madrid, en Conde de Peñalver concretamente.
Tan famosos se volvieron, que quisieron imitarlos aunque con poco éxito. El futbolista Álvaro Morata junto a su padre y el empresario Pablo Nuño probaron suerte con "el crosantino", muy parecido a estos bollos.
A pesar de las similitudes, no eran Manolitos y estos seguían ganando adeptos. El empresario junto al futbolista, lograron convencer a la familia Manzano para ser sus socios. En ese momento nace Manolo Bakes, que es el nombre de las pastelerías abiertas desde 2018 donde se venden estos dulces, mientras que en las más antiguas se mantiene el nombre de Pastelería Manolo.
Pero cuidado porque la pastelería Santa Gloria también viene pisando fuerte tratando de hacer la competencia a los Manolitos con sus Glorias o minicroissants, también con chocolate. ¿Saldrá de aquí un matrimonio feliz o hablaremos de una relación complicada? Lo iremos viendo.
Dónde comprar Manolitos en Madrid
Cada vez se ven más Manolitos en desayunos de trabajo, cumpleaños y meriendas con amigos, gracias a que cuentan con servicio de reparto.
Visitar una pastelería de Manolo Bakes en la capital es salir con una bandeja de Manolitos, sin duda. Pero no quites ojo a las demás delicias de su obrador. Hay palmeritas de chocolate a las que ya han apodado "Lolas", napolitanas, o alfajores, por no hablar de sus tartas.
Hay varias en Madrid capital, pero una de las que viene bien a todo el mundo y está triunfando desde que abrió sus puertas es la situada en la zona de Malasaña. Toma nota:
Manolo Bakes Santa Bárbara
- Dirección: Plaza de Santa Bárbara, 4
- Metro: Alonso Martínez (líneas 4, 5 y 10)
- Teléfono: 911 38 45 68
- Horario: Lu - Sa 8:00 - 21:00. Do 9:00 - 21:00
Consejo: Si te acercas por cualquiera de estas pastelerías, trata de evitar las horas del desayuno durante el fin de semana y, sea el día que sea, la hora de la merienda (17:00 a 19:00, aproximadamente) porque suele haber cola y a veces los Manolitos se acaban, aunque los reponen continuamente con envíos directos desde el obrador.
Los Manolitos ya han conquistado otras ciudades además de Madrid, como Alcalá de Henares o Cáceres y están a punto de tomar Zaragoza, A Coruña o Barcelona. Así que atentos en estas ciudades, porque pronto estaréis locos con estos dulces.