El jamón ibérico ha conquistado el mercado mexicano por su calidad, transparencia y sensaciones, ha dicho esta semana el presidente de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) en España, Antonio Prieto, en Ciudad de México.
A lo largo de esta semana, la ASICI llevó a cabo en la capital mexicana la campaña "Ham Passion Tour" con talleres con importadores, representantes de restaurantes, chefs y expertos gastronómicos para divulgar las características de los jamones ibéricos además de sus bondades gastronómicas y nutritivas.
"México es el segundo país fuera de la Unión Europea donde han aumentado más las exportaciones. En 2018 tuvieron un valor de 15 millones de euros, un 8 % más que en 2017", contó Prieto en entrevista con Efe.
"El año pasado registramos ese crecimiento y estamos trabajando para que podamos crecer, al menos, un 10 % cada año", añadió Prieto, y explicó que en México registraron ventas similares que en Estados Unidos y que el país está por delante de países como China y Japón.
Prieto explicó que para conquistar México el ibérico español ha ofrecido transparencia, fiabilidad "y desde luego un producto de calidad excepcional y un producto único en el mundo".
Recordó que el ibérico se produce en un 90 % en Castilla-León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, y el 10 % en el resto de España.
El directivo dijo que, además de calidad, al consumidor mexicano se le ha dado "total transparencia" sin engaños ni fraudes para que sepa "realmente lo que es un auténtico ibérico español".
Prieto explicó que para garantizar la transparencia en el mercado y evitar fraudes con otros productos, la ASICI ha impulsado el Sistema de Identificación, Trazabilidad y Calidad (ITACA), un sistema digital que sostiene toda la información de trazabilidad de las producciones de ibérico.
Y con base a esta información el sector lanzó "Ibérico", una aplicación para móviles que permite a los consumidores consultar información de los jamones y paletas ibéricos, mediante un precinto.
Dijo que al comprar un ibérico, el consumidor se siente identificado "porque realmente no es un producto cárnico al uso".
"Degustar ibérico no es comer carne como tal, es comer sensaciones, una cultura, vivencias y percibir experiencias nuevas que ofrece un producto único", agregó.
Sobre la parte nutritiva, Prieto señaló que existen varios estudios científicos que demuestran que la grasa de cerdo ibérico presenta "contenidos elevados en ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado con reconocidas propiedades cardiosaludables".
Además aporta vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B6) y D y es fuente de minerales como el hierro, zinc, calcio, fósforo o magnesio, aminoácidos esenciales y proteínas de alto valor y antioxidantes.
En España, el sector ibérico cuenta con más de 16.400 explotaciones y 500 empresas transformadoras y elaboradoras, con una cifra de negocio cercana a los 2.000 millones de euros.
En 2018 los sacrificios aumentaron un 5,1 % hasta los 3,7 millones de animales, identificando con precintos casi 7 millones de jamones ibéricos de las cuatro categorías, un 7 % más que en 2017, según cifras del ASICI.