No sólo son conocidos por sus platos, sino por sus trayectorias y aportaciones. Se trata de los "50 chefs que debes conocer para ser un buen foodie", recopilados por Murnau Den Linden para mostrar "una buena radiografía de lo que está pasando y lo que está por venir" en materia gastronómica, explica a Efe.
Este artista audiovisual afincando en Reino Unido, cuya colorida obra se ha paseado desde su Barcelona natal hasta Nueva York, retrata y describe a 29 cocineros y 21 cocineras, más un 'bonus track' dedicado al difunto Anthony Bourdain, porque también les pone banda sonora, disponible en Spotify y mediante código QR en este libro publicado por Planeta Gastro.
"Gastronomía, música e ilustración son tres cosas que gustan a todo el mundo y en conjunto mejoran la experiencia del libro", dice quien ha escogido a cocineros "con o sin el glamour de Michelin y Repsol", más o menos conocidos por el gran público, pero que "tras su cocina dicen algo más".
Domina España con 24 cocineros que 'cortan el bacalao' en nuestro país, más José Andrés, el asturiano que triunfa en Estados Unidos.
Como Albert Adrià (Grup elBarri), criado en L'Hospitalet (Barcelona) de los 70 y que ha sabido demostrar su talento y sobrevivir a su apellido, igual que la donostiarra Elena Arzak (Arzak), heredera de guisadoras y de uno de los creadores de la Nueva Cocina Vasca, su padre Juan Mari.
El mundo mágico helado de la mexicana Alejandra Rivas en Rocambolesc, el punk brasileño y sostenible de la cocina de Alex Atala (D.O.M), la atención gastronómica puesta en Eslovenia por Ana Ros con su Hisa Franko, la desbordante creatividad del guipuzcoano Andoni Luis Aduriz en Mugaritz, las investigaciones marinas del gaditano Ángel León en Aponiente o las de la biodiversidad peruana de Pía León en Kjolle también tienen sus páginas y sus canciones.
Ahí están también Anne-Sophie Pic, tan colorida en el retrato como sus platos, heredera de un negocio familiar centenario que ha expandido desde Valence (Francia), a París, Londres y Lausana y única francesa con tres estrellas Michelin; la aguerrida Begoña Rodrigo (La Salita, Valencia) y el discreto Bittor Arginzoniz, cuyo Asador Etxebarri ha traspasado las fronteras vizcaínas para ser reconocido como uno de los mejores del mundo.
También la transgresión de "la estrella del pop" David Muñoz (DiverXO) que triunfa en Madrid y Londres y a quien el autor adjudica el tema "This House is a Circus", de Artic Monkeys; la pasión por Luis Fonsi ("Despacito") de Dani García y su reinvención del recetario tradicional andaluz en BiBo y Lobito de Mar, y la vocación medioambiental de Eneko Atxa en Azurmendi (Vizcaya).
Explica Den Linden, nombre artístico de Eduardo Lindes Burnao, que ha recogido personalidades herederas de la vanguardia de elBulli, "que se han especializado en ello y que están haciendo cosas espectaculares, como Jordi Cruz, Quique Dacosta o Albert Adrià", y también las que en una nueva tendencia culinaria "muestran el interés por sus raíces".
Es el caso de la mexicana Daniela Soto-Innes -recientemente nombrada Mejor Cocinera del Mundo por la revista Restaurant- que defiende su identidad culinaria en Nueva York con Cosme, "sin estar tan pendiente de lo que se hace en el mundo angloparlante o ibérico", o el de Maca de Castro, que explora la cocina mallorquina en el restaurante que lleva su nombre en Port d'Alcúdia.
Lo mismo que hace la colombiana Leonor Espinosa, con el añadido social de que ayuda a poblaciones indígenas a través de su fundación para mantener sus sabores ancestrales, labor que le hizo merecedora del Basque Culinary World Prize en 2017, que premia iniciativas que convierten la gastronomía en motor de cambio.
Con textos que, según su autor, "pecan de sinceridad y honestidad", una banda sonora ecléctica y unas ilustraciones que a través de vivos colores profundizan en la personalidad de los cocineros, Murnau Den Linden ha prestado la atención que merecen estos 50 cocineros porque, resume, "lo que estas personas hacen te importa y te afecta a ti, a tus hijos y a tus nietos".