Hace menos de diez días Italia contaba con 650 casos y 17 muertes por coronavirus, casi los mismos que actualmente en España. Hoy Italia aísla a 16 millones de personas para frenar la expansión del coronavirus.
Ante el riesgo de que esa misma situación se repita en España dentro de unos días, en COCINILLAS hemos preparado una guía de alimentos e ingredientes imprescindibles para tener en la despensa ante un riesgo de cuarentena por coronavirus.
No tiene que cundir el pánico porque la finalidad de estas medidas es no saturar los hospitales con casos de coronavirus, pero no está de más prepararse para al menos comer bien si no podemos ir al trabajo y algunos comercios empiezan a echar temporalmente el cierre.
De hecho, en estas situaciones es importante pensar con la cabeza y no tomar decisiones a lo loco. Así pues, la solución tampoco consiste en ir y arrasar con todo lo que encuentres en el supermercado por si las moscas, pues si no se hace con cabeza es posible que no soluciones nada y lo único que consigas sea tirar un montón de dinero.
Preparar la despensa para una cuarentena
Lo primero que debes hacer es revisar la comida que tienes en casa y, si es necesario, hacer limpieza de esas cosas que se quedaron olvidadas en los armarios y caducaron hace tiempo, pues están ocupando un espacio que vas a necesitar.
Toma nota de lo más perecedero, pues será lo primero que vas a tener que gastar. Revisa también lo que tienes en el congelador e intenta dar salida a sobras congeladas de alimentos como garbanzos, alubias para dejar espacio a carnes, pescados y verduras muy perecederas que, de otro modo no podrías consumir durante la cuarentena.
Una vez tengas una lista de la comida más perecedera que tienes en casa y la hayas organizado convenientemente para consumirla en los próximos días, tendrás que ponerte con los productos no perecederos, así podrás calcular qué necesitas comprar para poder comer bien durante el tiempo que dure la cuarentena.
A la hora de hacer la compra, aunque sea simplemente por prevención, es aconsejable tener en cuenta la posibilidad de realizar dicha compra online, pues hoy en día la mayoría de los supermercados ofrecen este servicio y, en este caso nos evitaría pasar un buen rato en un centro comercial o en un supermercado abarrotado de gente, lugares en los que las probabilidades de contagio se multiplican.
Aprovisionar la despensa para la cuarentena
La idea es que, aunque no podamos salir a comprar alimentos durante unas semanas podamos seguir cocinando en casa y llevando una alimentación lo más variada posible. Es más, en vez de verlo como una faena, podemos planteárnoslo como un reto para intentar comer más sano, pues si hacemos una compra saludable, como no vamos a tener otras tentaciones puede ser una muy buena ocasión para adquirir esos hábitos saludables que siempre nos cuestan tanto.
Por fortuna, aparte de los alimentos deshidratados -legumbres, embutidos, etc- también podemos echar mano de alimentos en conserva -pescados, verduras, legumbres,..- que ojo, no hay que confundir alimentos en conserva con alimentos precocinados ultraprocesados, pues son cosas que nada tienen que ver y de alimentos congelados -carnes, pescados, verduras-.
Así pues, deberíamos dejar el congelador para guardar carne y pescado. Para optimizar el espacio, lo ideal es congelar porciones de carne y pescado limpias y listas para consumir, por ejemplo, filetes o piezas pequeñas de carne con poco hueso que iremos sacando según las vayamos a ir consumiendo.
Pescados como el salmón, la merluza o el bacalao tanto fresco como desalado congelan muy bien, así como los calamares y los chipirones. En cuanto a carnes, filetes de ternera o de pollo, chuletas de ternera, lomo de cerdo a algún trozo de aguja para preparar algún guiso será lo mejor. Si queda algo de espacio, algunos gambones o langostinos pueden servir para un día de antojo y si, como a mí, te encantan los guisantes, intenta hacer sitio para meter al menos una bolsa.
La nevera será el sitio para guardar alimentos como huevos, yogures, quesos, fiambres y embutidos que, si se compran con buena fecha de caducidad nos aguantarás varias semanas. También tendremos que dejar un poco de espacio para guardar las posibles sobras del día a día. Si la nevera es muy grande también podemos guardar en ella algunos alimentos en salazón como bacalao o alguna carne o chacina.
Como productos de larga duración no debemos olvidar que las patatas, las calabazas, las cebollas o los ajos, si se guardan en una zona seca y oscura de la casa, pueden durar semanas en perfecto estado.
En cuanto a productos no perecederos o de alta duración, asegúrate de que tendrás suficiente aceite, sal y botes de los condimentos que más suelas usar para cocinar, necesitarás también arroz, pastas y legumbres, de estas las lentejas son las más fáciles y rápidas de cocinar. Para alubias y garbanzos, si no tienes una olla lenta o si en general no tienes costumbre de cocinarlos, las conservas serán mejor elección. Algún paquete de harina de trigo estará bien por si te animas a hacer algún bizcocho casero y recuerda comprar también algún sobre de levadura seca de panadería por si no consigues superar el mono del pan fresco y decides animarte a hornear tu propio pan en casa.
Para los desayunos, comprueba las existencias de café, infusiones, cacao y leche, que tendrá que ser o bien leche animal uperisada (UHT) o bien alguna bebida vegetal, por ser estas las que más duran. Para las tostadas del desayuno, la mejor opción será el pan tostado, preferiblemente si aunque se trate de un envase de tamaño familiar viene en pequeños paquetes, para asegurarnos de que se mantiene crujiente.
En lo que se refiere a comprar productos en conserva, recuerda que en esta ocasión el fin de estos no es solo abrir alguna lata a la hora del aperitivo que, ojo, la cuarentena no tiene por qué significar renunciar a las aceitunas del aperitivo, pero para preparar la comida del día a día te vendrán bien las conservas de legumbres, pescados como atún, salmón, melva o sardinas; conservas de verduras como pueden ser judías verdes, maíz dulce, macedonia de verduras, espinacas, acelgas, borraja, tomate triturado o entero sin piel, zanahorias ralladas para ensaladas o cocidas para añadir a guisos, pimientos asados... en general casi cualquier alimento en conserva que no tenga más que agua, aceite, sal y algún acidulante como conservador. De lo que hay que huir es de los ultraprocesados cargados de azúcares, sal en exceso y toneladas de grasas.
El el apartado de bebidas, aparte de los lácteos, si en tu casa bebéis agua mineral, a la hora de calcular cuánta vas a necesitar tienes que tener en cuenta que durante la cuarentena no vas a salir de casa, así que el consumo va a ser mucho mayor que el que realizas habitualmente.
Para que veas que con este tipo de productos se pueden preparar muchas recetas sabrosas te hemos dejado una lista en la que podrás elegir tus favoritas.