No nos pilla de sorpresa la afición de la catalana a la comida, que incluso le ha llevado a colaborar con chefs de la talla de Dabiz Muñoz, con él en concreto dio forma a el MotoUmami, un katsu sando en honor a su Chicken Teriyaki. Estos días, Rosalía ha echado el ancla en España durante unas semanas con motivo de su gira Motomami, que le ha llevado a los escenarios del Primavera Sound, tanto en la Ciudad Condal como en la capital.

Entre concierto y concierto, la artista ha aprovechado a visitar a algunos de sus sitios favoritos, de los que ella misma se ha hecho eco en sus redes, compartiendo con alegría su buen comer. 

Barcelona

En casa la artista siempre acaba con el estómago contento. Entre clásicos, tabernas y bodegas, tiene un buen repertorio de direcciones de cabecera por las que se deja caer para disfrutar de sus especialidades. 

La Panxa Del Bisbe (Carrer del Torrent de les Flors, 158)

Este restaurante con alma de bistró con cocina y precios accesibles es uno de los imperdonables de Gracia. Inaugurado en 2007 ya se ha convertido en un clásico del barrio donde ir a disfrutar de una cocina apetecible y pausada con platillos y medias raciones que se mueven por la temporada. En su carta se cuelan preparaciones donde destacan algunas como el cordero de Rupit a baja temperatura con búlgur, pasas, piñones y yogur de oveja; también merecen la pena sus arroces. 

Xemei (Passeig de l'Exposicion, 85)

Esta ostería veneciana situada en Plobe Sec también fue una de las paradas de la cantante Dua Lipa cuando visitó la ciudad. Allí, los gemelos Max y Stefano Colombo, practican la cocina italiana de la región del Véneto, rindiendo un especial homenaje a pasta y mariscos. Entre sus recetas destacan los espaguetis al nero di sepia, un plato que seguro la cantante catalana rebañaría.

Bar del Pla (Montcada, 2)

El Bar del Pla en toda su esencia.

Este templo de la cocina catalana de mercado situado en el Born es motivo de peregrinaje cuando uno va en busca de un buen vermut y buenas tapas. También es parada obligatoria para la de Baix Llobregat cuando regresa a casa. La coca de sardinas, anchoas y boquerones, el canelón de lechón o los calamares con garbanzos son algunas de las raciones que se sirven bajo su techo abovedado; obligatorio acompañarlas con algunos de los cavas y resto de vinos que contiene su carta. 

Shunka (Sagristans, 5) 

La afición de Rosalía por la cocina japonesa traspasa fronteras y es frecuente ver a la artista palillos en mano. En Barcelona hace lo propio en Shunka, como bien indica Roger Ortuño de comerjapones.com, "una de las mejores barras de sushi de Barcelona (por no decir la mejor)". Su cocina, dirigida por Xu Zhangchao y su cuñado Hideki Matsuhisa, artífices de Koy Shunka, navega por la despensa marina sirviéndose de pescado y marisco de calidad. Aunque no está de más tener en cuenta sus especialidades -katsuo tataki en salsa ponzu; Shunka maki, de atún, salmón y aguacate recubierto con huevos de tobiko; el sashimi de ventresca de atún, y las vieiras con sake y shiitake-, lo mejor es hacerse con sitio en primera fila y dejarse sorprender. 

Madrid

Durante su segundo asalto, ya en la capital, Rosalía, nada más acabar su concierto, se dirigió hasta Casa Macareno, una institución del barrio de Malasaña donde se rinde tributo la cocina tradicional. Una casa de comida castiza ubicada en la calle San Vicente Ferrer y con su estampado de azulejos que le caracteriza, donde la artista se puso las botas a base de croquetas, ensaladilla y carrilleras. 

No es de extrañar ver a la Motomomami darse homenajes alrededor de una mesa y en la capital ya se ha dejado caer por direcciones que son de culto, como es Bodegas El Maño, otra de las míticias de Malasaña, que la artista visitó en enero. Allí pudo disfrutar de algunos de los hits de su carta como son las patatas con alioli, los callos a la madrileña o unos crujientes torreznos. 

Sacha (Botillería y fogón) ha sido otro de los templos en el que se la ha visto recientemente y en el que estamos seguros de que su maestro de ceremonias, Sacha Hormaechea, le haría sentir como en casa. En su bistró con cocina de raíz gallega y guiños vascos se llevan elaboraciones tan sencillas como elegantes - larga vida siempre a su lasaña de erizo- siempre pasan cosas buenas. 

Menos tradicional y más canalla es el estilo de las cocinas en las que se ha colado de Dabiz Muñoz. Su RavioXO y su DiverXO son otros de los sitios que ha visitado. El primero, sirvió a la artista y chef de escenario para presentar su Katsu Sando.