El rey Felipe VI ha pasado este último sábado en Zaragoza. El propósito de su viaje era visitar a la princesa Leonor, que está llevando a cabo su formación militar en la ciudad, y compartir una comida con algunos amigos de la Armada y sus esposas. El restaurante elegido para la ocasión ha sido Tajo Bajo, en la famosa plaza de Nuestra Señora del Pilar.
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"Teníamos una reserva de un grupo de 30 personas con un menú cerrado a las 14:30", ha revelado el chef del local, Rubén Martín, al periódico Heraldo de Aragón. No obstante, desconocían la identidad de los comensales: "No sabíamos nada y media hora antes han llegado dos escoltas para decirnos que venía el Rey y después han entrado los perros".
El restaurante de Martín, que apuesta por la comida aragonesa con una visión contemporánea, ha ofrecido al monarca y a sus acompañantes una croqueta de borraja para comenzar su menú especial de 35€ (un menú que el local ofrece a los grupos de entre 8 y 40 comensales), tal y como ha contado el cocinero al periódico aragonés. También han podido degustar cecina de buey con queso Patamulo y aceite trufado.
Más tarde han llegado unas gyozas de Ternasco de Aragón con calabaza y miel, después arroz cremoso de boletus con longaniza de Graus y foie y también alcahofas fritas con crema de Jamón de Teruel y corteza de cerdo. Sin embargo, el plato favorito del Rey ha sido el tataki baturro, como ha confesado Rubén Martín.
Por lo que respecta al postre, Felipe VI ha probado una torrija con helado de guirlache y petazetas de chocolate (que puede degustarse fuera de menú, a la carta, por 7€). Por último, la parte líquida ha estado formada por vinos aragoneses, especialmente de la denominación de origen Somontano, de la bodega Laus.
Desde Tajo Bajo aseguran que el rey Felipe les ha felicitado por la "sabrosa combinación de ingredientes" y que "mostró un genuino interés en conocer la inspiración detrás de cada plato". Además, destacó "la importancia de representar las tres provincias de Aragón en la comida"
Tajo Bajo pertenece al Grupo Vaquer y dispone de una agradable gastro-terraza ubicada en la misma plaza de Nuestra Señora del Pilar. La decoración corre a cargo del prestigioso arquitecto Pedro Abuelo, quien ha combinado "la esencia de la tradición con un toque moderno y vanguardista" y un "diseño interior que fusiona la elegancia y la calidez", como escriben en la web del restaurante.