¿Filete con patatas para salvar el mundo? Todo es cuestión de empezar. Esta suculenta receta contra el calentamiento global ha sido fruto de la tecnología: se trata de un bistec vegano impreso en 3D, elaborado con soja, haba y maíz que replica el sabor y la textura de esta carne.
Presentado en filetes milimétricamente uniformes, en una fuente plateada y bañado en una salsa de hierbas y trufa, esta nueva “carne” impresa está disponible para saborearse con su acompañamiento, tras un breve paso por el fuego, en el restaurante Le Petit Beefbar de Chelsea, uno de los más selectos barrios de Londres.
“¿Cómo lo explicaría?… Es un bistec de verduras. La versión vegana”, afirma a EFE la subdirectora del local, Juliette Pecoul. La soja, las habas y el maíz cobran protagonismo, el aceite de coco “se utiliza para crear el efecto parecido al bistec” y el arándano y la remolacha dan el color rojizo, explica. “Así tiene este aspecto de carne”, prosigue Pecoul. “Es realmente alucinante ver cómo pueden recrear una chuleta, su estructura y la fibra de la carne”, apunta.
La diferencia en la textura y el gusto es nimia en una combinación de ciencia, tecnología y cocina, donde el jugo de la carne es obtenido mediante proteínas y compuestos solubles que dan a su vez aroma.
La impresión 3D permite “la reproducción de formaciones exactas; puede replicar las estructuras musculares y grasas” intrínsecas de la carne animal y tan importantes en su degustación, explica Pierre.
El bistec vegano, innovación ecorrespetuosa
El innovador concepto parte de querer “crear un mundo donde cualquiera pueda disfrutar de la experiencia de la carne pero sin compromiso alguno”, agrega la responsable de la compañía alimentaria.
“A mucha gente le encanta comer carne y continúa haciéndolo a pesar de saber las consecuencias medioambientales” de la industria en nuestro planeta, sostiene Pierre, de ahí su iniciativa.
La industria cárnica y su consumo suponen un tercio de todas las emisiones contaminantes a la atmósfera causadas por el hombre, según las estimaciones de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Los principales gases que emite esta industria son el metano, procedente del ganado y considerado el segundo más nocivo en el calentamiento global, y el óxido de nitroso (N2O), que se usa en los fertilizantes utilizados en la producción de cultivos.
La nueva creación “permite a la gente reducir su consumo en este periodo, con los problemas medioambientales actuales”, expresa la subdirectora del restaurante. “Soy una amante de la carne, y realmente me gusta… pero no me importa, de vez en cuando, un bistec vegano para probarlo y decir: ‘Funciona, funciona'”, finaliza Pecoul.