Este viernes el rey Felipe VI ha tenido una agenda apretada. Esta mañana se dirigía hasta el corazón de Madrid para visitar la basílica de Jesús de Medinaceli y cumplir con la tradición de la Corona de venerar la imagen del Cristo en el primer viernes de marzo. Una tradición que sucede por segunda vez desde el inicio de su reinado, la primera fue en 2018.
Además de haber sido noticia por protagonizar el popular besapié, el rey Felipe VI, acompañado del presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha participado en una jornada de apoyo al talento joven y la excelencia. Allí ha podido entregar las Becas de Formación de Iberdrola con las que se busca promover el talento e impulsar la excelencia en la formación de las nuevas generaciones.
Tras el acto, Felipe VI ha podido disfrutar de un catering cuyo servicio ha corrido a cargo del restaurante Oba, el estrella Michelin de los chicos de Cañitas Maite, en el corazón de La Mancha, provincia de Albacete. Una elección que no es casualidad tratándose de dos proyecto que apuestan por 'lo verde'.
"El plato que hicimos fue un velo de remolacha inoculada en koji a modo de taco, fiambre de faisán y pesto de hierbas silvestres" comparte Javi Sanz. Un único plato acompañado de una ilustración que explicaba el contenido y elaboración del plato y las bases sobre las que se ha construido.
Así se come en Oba, estrella Michelin en el corazón de La Mancha
Aunque fue Cañitas Maite el restaurante que lanzó al éxito a unos aún más jóvenes Javier Sanz y Juan Sahuquillo, posicionando el pequeño pueblo manchego de Casas-Ibañez en el mapa gastronómico, Oba era el proyecto que le daba sentido a todo.
Un sueño que materializó en enero de 2022 con el que buscaban poner en valor el territorio, sus productos y la red de pequeños productores locales que lo ocupan. Una apuesta radical y concienzuda con la sostenibilidad como hilo conductor, trabajo que les ha valido muchos reconocimientos, entre ellos la estrella Michelin y una merecida estrella verde Michelin.
El espacio, que está a punto de mudarse a otra localización, se encuentra en el piso superior de la casa madre y tiene únicamente capacidad para 4 mesas. En ellas se puede disfrutar del universo que estos chicos junto a un unido equipo han creado y que se concentra en un único menú degustacíón (150 euros), con dos alternativas como maridaje, el vínico llamado Matices Olvidados (90€), basado en la recuperación de variedades perdidas, y el Natura (80€), de bebidas naturales y fermentadas.
17 pasos que nacen de su huerta en el valle del Júcar, y recorren el campo y ríos para construir una historia; rescatar ingredientes y productos olvidados y rejuvenecer tradiciones que se creían perdidas.