Si nos dicen que la primavera la sangre la altera, nos lo creemos. Será cosa del buen tiempo que provoca solo buenas sensaciones y la emoción de echarse a la calle para disfrutar de los mejores planes. ¡Qué le vamos a hacer! Nos sobran motivos para llenar la agenda de planes estimulantes, pero por empezar con algunos, mucho arte y vino, México y Japón unidos por la gastronomía, una tarde embriagado por la magia del jerez y una noche tailandesa para no olvidar.
De la copa al lienzo
Hasta el 21 de abril se puede seguir disfrutando de la exposición 'Vino. Arte y Símbolo', que ofrece un recorrido por las mil y una vidas del vino en un espacio tiempo que abarca la cultura mesopotámica y llega hasta la actualidad. Más de 80 piezas que descansaban en la Sala 4 del Museo Vivanco de la Cultura del Vino de Briones, en La Rioja, y ahora se pueden contemplar en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga de la plaza del Obispo.
Forman parte de la colección recopilada la familia bodeguera Vivanco durante los últimos 40 años, que representan el papel del vino en la historia de la humanidad, que forma parte de la raíz mitológica y artística de casi todas las civilizaciones asentadas a orillas del mar Mediterráneo.
Se trata de una iniciativa itinerante que forma parte de las actividades dentro del calendario para celebrar el 20 aniversario de la Bodega Vivanco y puede visitarse de lunes a sábados de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas, y los domingos y festivos de 10:00 a 14:00 horas. La entrada al centro son 3 euros, un donativo solidario cuya recaudación se destinará íntegramente a la Fundación Corinto.
Lectura a sorbitos
Comer, Beber, Amar Jerez, es el gran libro sobre el universo y las armonías de los vinos de Jerez en la gastronomía. Una obra que firma el Consejo Regulador de los Vinos de Jerez y Manzanilla, con el fin de seguir vinculando la singularidad de estos vinos a los que han caído rendidos cocineros y sumilleres. Con ellos han abierto nuevas alternativas a la hora de entender y apreciar la mesa, armonizada por los aromas, sabores y texturas del jerez.
Hablamos de grandes figuras, especialistas del mundo de la gastronomía y de la enología como Josep Roca, Ferran Adrià, Jancis Robinson, Ferran Centelles, José Andrés y muchos otros, cuyos testimonios han sido recogidos en este libro, su visión particular en torno a estos vinos.
El güey y el sensei
¿Quiénes si no iban a formar un dúo tan carismático y apetecible como Roberto Ruiz y Yong Wu Nagahira? Dos noches para el recuerdo donde el chef de Barracuda MX e Ikigai estrechan los lazos de sus cocinas, separadas por el océano Pacífico. La primera tuvo lugar este miércoles 20 de marzo en la casa del mexicano, jugando al despiste y despertando la curiosidad de los que estuvimos allí sentados. Mezclando sabores, recetas y técnicas para tratar de descubrir qué plato pertenece a quién. Moles asiáticos, aguachiles japoneses, giros de guion que se repetirán el próximo 10 de abril, esta vez en Ikigai Velázquez.
Así lo explicaba al comienzo de la cena el mexicano, también al frente de Can Chan Chan:"En cada uno de los platos hemos mezclado culturas, pero cada uno pertenece a su chef. Hemos juntado su forma de entender México y mi forma de entender Asia". El guacamole que sirve de relleno a unos buñuelos que abren el menú "lo enchilamos con wasabi y le ponemos langostinos con sriracha" en lugar de chipotle.
El menú (75 €) da para largo: 11 pases alternados por los chefs, dos de ellos son postres, además de una Paloma (cóctel a base de tequila, zumo de lima y pomelo) con licor Humo y otra bebida a elegir. Sabor a destajo y algo de picante que se hace notar en ciertos platos como en el tamalito de pato con mole pasiyaki - a partir de uvas pasificadas-, y que intenta aparecer en las gyozas enchiladas de tinga de pollo con mole japonés, pero que Yong suaviza con crema agria convirtiéndolo en un bocado perfecto. Muy rico también su taco de panceta ibérica de bellota al estilo 'Kakuni'. Está claro que a Asia le sienta bien México.
Tailandia se aloja en un hotel
Hasta que finalice marzo, la cocina de Thai Garden se podrá degustar también en el Gran Hotel Inglés. Su restaurante Casa Lobo se transformará en un espacio que evoque el sudeste asiático que rendirá homenaje a su alta cocina. Se trata de Thai Market, la colaboración entre el restaurante Thai Garden, fundado por Emilio Carcur hace casi 30 años, y el hotel madrileño ubicado en el barrio de Las Letras, que quiere poner sobre la mesa la hospitalidad, la excelencia y el arte de vivir que caracterizan a ambas culturas.
De jueves a sábado, por la noche, se podrá disfrutar de una experiencia culinaria donde sumergirse en la gastronomía Thai más exclusiva, con el cuidado servicio del hotel, que irá uniformado con trajes tailandeses, al igual que el equipo de cocina. Los sabores más estimulantes concentrados en un plato, dulce, salado, ácido, amargo y picante. No faltan los clásicos y siempre hay ganas de probar nuevos currys, también pad thais o unas siempre apetecibles brochetalles de pollo al grill con salsa de cacahuete (satay).
Sirven Chor Ladda, una pasta de arroz con extracto de orquídea azul relleno de cacahuete, nabo y cúrcuma y Salapao Mu Daeng y dos sopas, Tom Yam Kung, muy aromática elaborada con colas de langostinos y hierbas aromáticas thai, y la tradicional sopa de pollo y leche de coco y hierbas aromáticas thai, Tom Kha Kai. Hay carrito de dumplings, perfectos para arrancar un festín donde también sobra hueco para los rollitos de primavera estilo Thai Garden. Los postres de Tailandia siempre han sido de elogiar. En el menú cuentan con tres, pero uno que no debe faltar es el tradicional Khao Niao Mamuang de mango maduro, con arroz glutinoso, bañado en leche de coco templada.
Hay opción a compañía. Siendo un restaurante `pet friendly’ tienen todo en consideración. No serás el único que pueda saborear un buen arroz. A tu mascota le espera también una ración, junto con pollo y un cuenco de agua fresca, para que pueda disfrutar contigo de una noche en Tailandia.