El verde intenso que tapiza los bosques a orillas de la carretera es la mejor bienvenida al paraíso. Uno con prados que se funden en el horizonte, donde nace el Cantábrico, cuya brisa se siente nada más llegar a Pico Velasco.

Este hotel está enmarcado en el Parque Natural Marismas de Santoña, como un paisaje pintado, donde la ría de Angustias, que da nombre al concejo donde descansa este oasis del descanso, pasa por su derecha hasta perderse con el skyline de Laredo al fondo. Un paraíso particular del que cuidan Nacho Solana, en la dirección gastronómica e Inés Aguirreburualde, dirigiendo el hotel, ambos socios del proyecto.

"Me dedicaba a dirigir hoteles de 600 habitaciones, pero este es un proyecto nuestro y los números indican que vamos a funcionar muy bien" cuenta la directora de un hotel que nada tiene que ver con los que frecuentaba antes y que 'mantienen a flote' con lo que aporta la carpa de eventos, "es nuestro músculo".

El interior de Pico Velasco.

El edificio en el que cobra sentido es una caja de sorpresas, una matrioska de la arquitectura que va descubriendo el calor que guarda capa por capa. La interior, la casona original data del 1653 perteneció a Francisco Velasco y Alvear, primer marqués de la familia de la que toma nombre el hotel.

La exterior y actual, obra del estudio de arquitectura Álvarez del Manzano, es capricho del ex-CEO del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, quien trabajó en Cantabria y tuvo un flechazo instantáneo que le animó a echar raíces en esta tierra infinita. 

En su interior, paredes de hormigón y una escalera minimalista, creando un ambiente de elegancia y serenidad y once habitaciones, cada una con vistas panorámicas a la finca y las marismas, que combinan confort moderno con ese toque de historia que lo convierte en especial.

A su alrededor, una finca de 85.000 metros cuadrados donde vacas Black Angus pastan a sus anchas e incluso se pueden avistar despreocupados corzos que se acercan a beber a la vereda del río Asón.

Las Black Angus reinan en el entorno de Pico Velasco.

Desde el hall del hotel la escalera se sumerge en el interior del cubo hasta la sala del restaurante donde se sirven los desayunos, comidas y cenas. Allí, Solana, adapta su oferta culinaria a todos los momentos del día mientras uno se deja embelesar por todas las tonalidades de verde que se observan desde la mesa y el ventanal. 

El restaurante de Pico Velasco.

Comerse 'La Tierruca'

El cocinero Nacho Solana pertenece a la cuarta generación de una familia dedicada a la hostelería. Un defensor del oficio y de su tierra que a los 31 años consiguió su primera estrella Michelin que brilla desde 2011 desde su restaurante Solana en Ampuero, en el corazón de Cantabria. Desde esta su casa madre también brillan 2 Soles Repsol. 

Esta última guía gastronómica también ha reconocido en menos de un año de funcionamiento el trabajo que el chef cántabro lleva a cabo desde su cocina. Y es que Pico Velasco comparte la filosofía con la que se forjaron los pilares que mantiene su primer proyecto: la continua puesta en valor del territorio. Un territorio que lo tiene todo, porque es infinito. 

Así como el paisaje se transforma delante de Pisco Velasco según transcurren las estaciones, sus menús degustación evolucionan con él. Con la primavera volvían a abrir sus puertas estrenando nuevo menú que mantiene algunos de los éxitos que ya van siendo iconos de la casa y dan la bienvenida a otros que posiblemente lo serán. Todos ellos llevan la esencia de Solana por bandera.

Menús Degustación en Pico Solana

El restaurante ofrece dos menús degustación, Albiar (80€) y Sincio (102€), que rinden homenaje a la cultura y los sabores de Cantabria. Con 13 y 16 pases respectivamente, presentan platos diseñados para llevar al comensal en un viaje sensorial por la región.

Tartaleta con tartar de Angus.

Los aperitivos son comunes en ambos. Tomate de Cantabria, pelado y en su agua, "es muy típico y durante todo el año hacemos versiones". Mantequilla de anchoas que sueñas con que se quede para siempre en la mesa. No resulta fácil; untuosa, sabrosa, elegante, desaparece al instante. Le siguen un fino merengue seco de champiñón relleno de su propia duxelle, un bombón de cerveza y foie. El broche lo pone el tartar de Black Angus sobre una tartaleta de hojaldre salado.

La mejor croqueta de España 2017.

Tras ellos y el pimiento relleno, llega la esperada croqueta, la mejor croqueta de España en 2017, ganadora en Madrid Fusión. Con una bechamel suave, muy fluida, y el justo y perfecto toque de jamón.

Escabeche.

Solana se recrea haciendo escabeches, puede hacerlo, se le dan demasiado bien. Así lo demuestra con uno a partir de verdel y perdiz, sobre un suave ajoblanco, acompañado de helado de zanahoria y naranja. Otro gran plato son sus tallarines de calamar con guisantes lágrima, un contraste de bocados y sabores con lo mejor de dos mundos, que coronan "con el guiso de los rejos, las aletas del calamar". Al mar vuelve con su bacalao en tres tiempos, lo prepara en brandada, el lomo en pavía y unos melosos y sabrosos callos. 

Bacalao en tres tiempos.

Y hasta el río va con la trucha con sopa acidulada de vegetales que el chef se encarga de que disfrutes de principio a fin. También lo consigue con la carne, que viene representada por la caza, en concreto un corzo que prepara con colmenillas.

El menú se cierra con buenos postres, refrescantes y elegantes, de presentaciones sencillas que también evocan al territorio. Como el helado de limón, el mismo que crece a espaldas de la casa, y se sumerge en una sopa de albahaca. Igual de rico que los Lácteos de Asón, un homenaje a la tradición lechera de la zona que se corona con una galleta de miel. Y esa merienda perfecta que resulta el Homenaje a Limpias, chocolate y picatostes. 

Uno de los mejores desayunos de España

En esta casa se toman muy en serio eso de que el desayuno es la comida más importante del día, tanto que con el suyo se ha convertido en uno de los seis desayunos finalistas a convertirse en el mejor de España

Los desayunos de Pico Velasco.

Un desayuno gastronómico que incluye bocados que nacen también del territorio como sobaos, quesada pasiega, mermeladas artesanas y opciones como huevos Benedict o tosta de salmón y aguacate.

Destino para eventos y celebraciones

Además de su oferta para huéspedes individuales, Pico Velasco se ha preparado para convertirse en un destino de referencia para eventos corporativos y celebraciones privadas. Con una carpa exterior con capacidad para 300 comensales y una cocina propia, el hotel se posiciona como un lugar ideal para banquetes y reuniones. Este verano se inaugurará una terraza para comidas y cenas, ampliando aún más las posibilidades de disfrutar de este entorno idílico.

Las postales de Pico Velasco.

Bajo la dirección Nacho Solana, un equipo joven. Como es el caso de su maître Marisol Moreno y Esteban Bezanilla, a cargo de una bodega que maneja con soltura y experto en saber agradar. Pico Velasco aspira a ser uno de los estandartes turísticos de la zona oriental de Cantabria. La combinación de naturaleza, diseño, descanso, gastronomía y una infraestructura preparada para grandes eventos se postulan para convertirlo en un destino en sí mismo para descubrir lo mejor del norte de España.