Adiós a la malla de Marqués de Riscal: el impacto medioambiental pone fin a 150 años de un icono
La costumbre casi desapareció con la escasez de materiales como consecuencia de la II Guerra Mundial, aunque Marqués de Riscal nunca dejó de utilizarla.
18 junio, 2024 06:00En una decisión histórica, la bodega Marqués de Riscal ha decidido eliminar la emblemática malla metálica de sus botellas, marcando el fin de una tradición que se remonta a casi 150 años. Esta medida, que acompaña a la salida al mercado de la añada 2020 de Marqués de Riscal Reserva, responde a un compromiso creciente de la bodega con la sostenibilidad y la reducción del impacto medioambiental.
Desde sus inicios en el siglo XIX, Marqués de Riscal ha sido pionera en la industria vinícola española, no solo por la calidad de sus vinos, sino también por la implementación de innovaciones.
La malla metálica, introducida para evitar el rellenado fraudulento de las botellas y conferirles un aspecto lujoso y distintivo, se convirtió rápidamente en un símbolo de autenticidad y prestigio. Su popularidad alcanzó su zenit en los años veinte, siendo un elemento común en los hoteles más renombrados de Madrid, como el Hotel Palace y el Hotel Ritz.
Sin embargo, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para Marqués de Riscal. La eliminación de la malla, que representa una reducción de aproximadamente 14 mil kilos de latón en residuos, es un paso significativo hacia la consecución de sus objetivos medioambientales.
La bodega ya cuenta con certificaciones de agricultura orgánica en todos sus viñedos de Rueda desde 2018 y es líder en la Rioja Alavesa en hectáreas de cultivo ecológico. Además, ha implementado sistemas de autoconsumo energético con paneles fotovoltaicos en sus instalaciones, promoviendo un sistema más limpio y sostenible.
La decisión de abandonar la malla metálica no solo reduce los residuos, sino que también alinea a Marqués de Riscal con las tendencias actuales del diseño vinícola, que favorecen etiquetas más modernas y minimalistas. A pesar de su estética retro y señorial, las mallas habían dejado de ser un indicador de calidad intrínseca del vino, convirtiéndose más en un instrumento de marketing que en una necesidad.
Con esta medida, Marqués de Riscal reafirma su compromiso con el medio ambiente sin sacrificar la calidad que la ha distinguido durante más de un siglo. La etiqueta renovada que acompaña a la nueva añada de Marqués de Riscal Reserva es testimonio de la capacidad de la bodega para evolucionar y adaptarse a los tiempos, manteniendo su esencia y mirando hacia un futuro más sostenible.
La eliminación de la malla de Marqués de Riscal marca el fin de una era, pero también el comienzo de una nueva etapa en la que la tradición y la innovación se combinan para enfrentar los desafíos medioambientales del siglo XXI.