Las vacaciones de verano son el momento más esperado del año para muchos. Es época de viajes para descubrir sitios nuevos o para regresar a los de siempre, pero siempre para disfrutar y cargar las pilas ante la nueva temporada.
Y para que el estreno de ésta no sea un drama, es esencial dejar la cocina en perfectas condiciones para evitar sorpresas desagradables al regreso. La limpieza de los electrodomésticos es una tarea que no debe pasarse por alto, ya que asegura su buen funcionamiento y evita la formación de malos olores y la acumulación de bacterias. Si la estancia fuera de casa va a ser muy prolongada, es también recomendable dejarlos desconectados y con la puerta abierta.
Desde Miele, expertos en electrodomésticos de gama alta desde hace 125 años, nos han dado una serie de consejos para alargar al máximo la vida útil de los electrodomésticos gracias a un correcto mantenimiento a lo largo de los años. Pensando en las vacaciones, os explicaremos qué hacer con los electrodomésticos de la cocina durante estos períodos que son claves para su correcta conservación.
Vaciar y limpiar la nevera
Semanas antes de nuestro viaje, prestaremos especial atención para que las compras en el supermercado sean lo más eficientes posible. Daremos prioridad a la cocina de aprovechamiento y planificaremos menús diarios que den salida a todos los alimentos que tenemos en la nevera y el congelador. Lo ideal es comenzar las vacaciones con el frigorífico completamente vacío.
Antes de irnos de casa, aprovecharemos para hacer una limpieza profunda, retira los estantes y cajones. Prepararemos una solución de agua tibia con bicarbonato de sodio y utiliza un paño suave para limpiar todas las superficies interiores, prestando especial atención a las esquinas y juntas donde puede acumularse suciedad. Para prevenir futuros olores, coloca un pequeño recipiente con bicarbonato de sodio dentro de la nevera.
Los estantes y cajones se pueden lavar normalmente con el jabón de lavar los platos y, en algunas marcas como Miele, los estantes del interior de la puerta pueden lavarse en el lavaplatos.
Una vez que todo esté limpio y seco, colocaremos los estantes y cajones de nuevo en la nevera. Si tenemos acceso al enchufe, desenchufaremos la nevera y la dejaremos con las puertas abiertas. Si no tenemos acceso al enchufe, podemos desconectar la corriente en el cuadro de luces antes de irnos de casa.
Un buen momento para limpiar el horno
La limpieza del horno siempre ha tenido fama de ser una tarea tediosa, pero gracias a las nuevas tecnologías como la pirólisis o los sistemas de limpieza por vapor, esta tarea ahora resulta mucho más simple.
Para limpiar un horno con vapor, empezaremos retirando las bandejas y parrillas del horno. Luego, echamos el líquido limpiador en el depósito de la base del horno donde se echa el agua. Este se mezcla automáticamente con agua fresca y se bombea hasta la parte superior del interior del horno, rociándose uniformemente mediante un impulsor. El proceso se repite varias veces antes de finalizar con una breve fase de secado. Así, incluso los restos de comida quemados y las salpicaduras de grasa se eliminan por completo sin esfuerzo, conservando el interior del horno como nuevo.
Si el horno no dispone de esta funcionalidad, tendremos que hacer una limpieza tradicional. En muchos modelos, incluso no muy modernos, se puede retirar fácilmente la puerta, lo que permite acceder con más facilidad a todos los rincones del interior. Para proceder a su limpieza, se debe cortar el suministro de electricidad al mismo, bien sea desenchufándolo o, como en el caso del horno, accionando el interruptor correspondiente en el cuadro general de luces de la vivienda.
Otra precaución de seguridad a tener en cuenta es que los productos de limpieza desengrasantes que habitualmente se utilizan para limpiar los hornos pueden desprender vapores tóxicos si se utilizan en caliente por lo que deben utilizarse en frío, aunque la lógica nos diga que si los aplicamos sobre el horno caliente, van a actuar mejor. Para retirar la grasa acumulada, resulta cómodo utilizar una rasqueta para vidrios, de las que se utilizan para las vitrocerámicas.
Lavavajillas impoluto
El otro gran electrodoméstico de la cocina también necesita de atención antes de irnos a disfrutar del verano. Debe quedarse vacío y, justo el día antes de marcharnos, es buen momento para hacer un lavado en vacío utilizando un producto específico limpiamáquinas y, si fuese necesario, una limpieza de los filtros.
Este tipo de lavados deben hacerse entre 1 y 3 veces al año para eliminar la grasa, las bacterias y los olores producidos por los residuos y, la víspera de vacaciones es la ocasión ideal para llevarla a cabo.