En el incesante mundo de las modas gastronómicas, los sándwiches han cobrado especial protagonismo últimamente. Refugio y sustento durante muchos años por representar una comida rápida, sencilla y reconfortante, esta elaboración basada en dos rebanadas de pan de molde y su relleno -larga vida al clásico de jamón y queso que ha reinado y seguirá reinando hasta (esperemos) el fin de los tiempos- no para de reinventarse siguiendo un camino donde la creatividad y la sofisticación están servidas. 

El hype de los bikinis llegó tan fuerte que hasta encumbró al madrileño Los 33 como uno de los locales más solicitados solo por ver qué ocurre cuando un simple paredado de pan queso y jamón cocido pasa unos minutos por la brasa. En su caso, realmente nada, pero siempre queda bonita la foto. En el mío, necesito más que un mixto instagrameable para irme con ganas de volver. 

Los de Rafa Zafra

Resulta difícil quedarse con uno, por eso hablaremos en plural y así no caer en discriminaciones. Ya sea el de Estimar (Madrid y Barcelona) -con queso crema, salmón y caviar-, que coincide con el de Amar (Barcelona) y que fue reversionado en Rural, el templo dedicado a la carne donde cambia el salmón por steak tartar, o en su última aventura Bikini Bar, Zafra ha convertido este bocado en icono.

Su reciente apertura en el NH Madrid Collection Eurobuilding es toda unan declaración de intenciones que gira en torno a los bikinis y entrepanes, y se juega con distintos tipos de masa –molde, cristal, cocas, molletes, focaccias y brioches– para crear desde bikinis clásicos a sándwiches con nombre propio, dividiendo la carta en bocadillos fríos, calientes y dulces.

La Bikinería 

Los bikinis de la Bikinería.

La Bikinería de Barcelona cuenta con tres direcciones, en la de Pg. de St. Joan, 60, te espera una agradable terraza y un alegre y funcional local donde rendir pleitesía al bikini, no en todas sus formas pero sí sabores. Cuentan con más de 10 sabores, dulces y salados. También ofrecen entrantes como la ensaladilla, las brasas y las croquetas, pero pasar de pantalla y lanzarse de lleno a la piscina con la segunda parte es una sugerencia que se puede considerar.

La fiesta, además de divertida, cunde más cuando es compartida y las opciones se multiplican en la mesa, pero si hay que optar por un par no debe quedarse fuera el de pollo al ast, con queso Gouda y alioli que se corona con un poco de la piel crujiente del ave tras el asado; el deli beef, con ternera a baja temperatura, queso Edam y salsa pesto; el de pimiento de padrón o el bologna & trufa, con mortadela italiana (D.O. Bologna, queso de cabra y trufa). De postre, estaba claro, bikini de Nutella.

Tabanco La Santa 

El 'bikini' de La Santa viene en mollete andaluz.

Javier Goya (uno de los artífices de la 'saga' TriCiclo) ha vuelto a unir su cocina junto con la de José Fuentes (Kulto, La Parda del Sur y Trasteo) por el simple motivo de amor y debilidad que sienten por Cádiz, tras haberlas unido por primera vez en el menorquín Burdell de Foc. De sus tabancos tradicionales donde el fino se despacha a granel y las chacinas son las reinas de la barra se han traído la esencia y alma hasta el corazón de Madrid para dar vida a un cuartel que la represente.

El local de La Santa ocupa el espacio donde antes se encontraba Tàndem. En su carta se come y se bebe (la carta está en las manos del sumiller Fran Ramírez) el sur. Además, de sus propuestas para abrir boca como embutidos, salazones y encurtidos y otras más contundentes como sus asados, pero son sus entrepanes los que se llevan aquí el protagonismo, concretamente su bikini andaluz con chicharrón y manteca colorá.

Otros sándwiches a los que no perderles la pista

No nos olvidamos de otras bocados entre pan y pan que nos han hecho felices. Está el que sirven en Amós, la embajada cántabra que el chef Jesús Sánchez, al frente del triestrellado Cenador de Amós, dirige en la capital. En pan de brioche hojaldrado y con solomillo con queso de los valles pasiegos y pimientos rojos confitados como relleno y mantequilla de la Tierruca. 

Otro que nos gustó especialmente fue el que sirve Eugeni de Diego en Pintarroja, con sobrasada y queso de Mahón. El ex jefe de cocina de El Bulli también sirve otro bikini especialmente rico en Lombo, el bistró italiano que dirige en Barcelona a base de porchetta. 

Una de las aperturas más comentadas de los últimos meses en la capital ha sido la que venía de la mano de Íñigo Onieva, Casa Salesas, ubicado en el 'SoJo' madrileño. Un multifacético espacio con bistró y coctelería

–e interiorismo de Lázaro Rosa-Violán– donde empezar el día con el desayuno y cerrarlo con cócteles. Entre medias, su bikini trufado de queso fundido al estilo Beverly Hills. También en Madrid y también novedad este año, es Varra, una taberna desenfadada en Hermosilla donde también suspiran por su bikini de cheddar ahumado y cecina. 

Se ha hablado mucho, pero tal vez no lo suficiente, del sándwich club que preparan bajo la dirección del cocinero Juanjo López en los hoteles del Grupo Numa de Menorca y Lanzarote. Otro que merece ser disfrutado con calma es el que preparan en el Bistró del hotel con sello Relais & Chetaux Son Brull, a los pies de la Tramuntana mallorquina, simplemente por poder contemplar el paisaje que se extiende alrededor (Patrimonio de la Unesco) y probar los vinos que elaboran con los viñedos que se cosechan en la finca que se extiende ante él.