La Manga del Mar Menor es uno de los destinos vacacionales de verano preferidos por los turistas. Allí, en la Cala del Turco, se ubica el mejor chiringuito que puedes encontrar por la zona, galardonado con un Solete de la Guía Repsol. Se llama La Mestiza y es el resultado de la fusión entre los grupos hosteleros La Palera, Blue Fish y La Cangreja.

Este apacible restaurante está situado en primera línea de playa y, tal y como describen, está inspirado "en el mestizaje de culturas, el blues, las coplas, los boleros y las rancheras". Sus espectaculares vistas al Mar Menor lo convierten en uno de los mejores sitios de La Manga para contemplar el atardecer mediterráneo.

Su cocina está abierta durante todo el día, por lo que puedes acudir en cualquier momento a probar alguno de los variados platos de su carta. Además, tras la cena también puedes disfrutar de su oferta de cócteles y copas mientras escuchas algunos de los conciertos en directo y sesiones de DJ que a menudo organizan en la terraza. 

José Cremades se encuentra a la cabeza de este proyecto con una oferta gastronómica mucho más seria y cuidada de lo que podría parecer a simple vista por puro prejuicio, por tratarse de un ambiente playero, moderno e informal. En su cocina elaboran platos tradicionales del Mediterráneo, pero también se atreven con sabores de Japón (como los nigiris), Perú (el ceviche cocinado con pescado del día) o México.

Y, por supuesto, en un lugar de costa como La Mestiza no podían faltar los arroces (que pueden sustituirse por fideuá de fideo en todas las recetas). Está el del senyoret, el de parpatana con piquillos confitados y alioli de jengibre o el de ventresca joselito, ajos tiernos, shitakes y alioli de hoising. También tienen su propia versión del caldero, que preparan con con carpaccio de gamba y alioli de lima Kafir. Todos estos platos se sirven únicamente a mediodía y para un mínimo de dos personas.

En los postres llama especial atención la curiosa 'Torrijamisú' que acompañan de helado de café nariño, aunque también disfrutaréis de la mítica tarta pavlova que elaboran con lichi, frambuesa y rosas, o el helado de chocolate 64% y crumble.

La Mestiza, con sus puestas de sol a pie de playa y su espíritu distendido, no es sólo un destino para el verano. De hecho, se mantienen abiertos durante todo el año, y muchos vecinos del lugar aprovechan los meses más tranquilos para relajarse en sus mesas sin el bullicio propio de estos meses. Así que si no tienes la oportunidad de ir a conocerles por ahora, siempre podrás acudir más adelante para descubrir otra faceta de este rincón de ensueño en La Manga.