«Cuando un chico de 24 años te dice que tiene que conciliar la vida laboral con la personal, yo flipo. Con 24 años no se concilia nada. Si se pueden echar 12 horas, mejor que 8. Y si se pueden 14 porque es la forma de aprender».

Esas han sido las palabras textuales pronunciadas por Ángel Pardo en Se me antoja, el pódcast de la editorial Montagud, especializada en gastronomía. Pardo fue responsable de relaciones con la prensa de la Guía Michelin, empresa a la que estuvo vinculado durante 47 años y en la que causó baja en 2021. Como es de suponer, las reacciones a estas declaraciones no se han hecho esperar.

Según su propia opinión personal, pues su presencia en el pódcast nada tenía que ver con la guía ni con la representación de ésta, la única aspiración de los jóvenes debe ser «currar, currar y currar para sentar las bases de lo que va a ser tu futuro», «Con 35 años, ¿cómo te ves?, ¿qué quieres ser? En función de eso tienes que trabajar».

Las cosas no son como hace 50 años

Pardo, en un intento fallido de justificar sus palabras, argumentaba que él empezó en Guía Michelin desde abajo cuando solo tenía 15 años y que con 18 años se fue voluntario al servicio militar, para no perder oportunidades en la empresa. De esto hace unos 50 años.

En esa época, también pasaba que la mayoría de la gente se jubilaba en la misma empresa en la que encontraba su primer trabajo y que ese trabajo le permitía acceder a una vivienda más o menos modesta que, con más o menos esfuerzo, podía pagar. Ahora no, todos lo sabemos, o casi todos.

Ahora los jóvenes, estas nuevas generaciones a las que Ángel Pardo llama "flojas", tienen más estudios y más preparación que nunca, pero, incluso los que tienen trabajo, continúan viviendo con sus padres o compartiendo piso porque los salarios no les permiten acceder a una vivienda digna.

Y para que sea más fácil hacerse una idea de la situación, pongamos algunos números sobre la mesa, basta dedicar unos minutos a consultar las tablas de las últimas Encuestas de estructura salarial publicadas hace escasos dos meses por el Instituto Nacional de Estadística con datos de 2022.

Interesan, especialmente, los datos de salario mediano (el 50 % de los asalariados cobra más de este valor y el 50 % cobra menos) y salario modal (el salario más frecuente). En el citado año, el salario mediano de las mujeres fue de 20.045,68 euros y el de los hombres, de 24.238,23 euros. Del salario modal, no hay datos de 2022, pero sí de 2021, año en el que los dos salarios brutos anuales más frecuentes fueron  18.502,24 € y 16.487 €.

Pero luego el problema es que los jóvenes son unos "flojos".«Echando 8 horas cada día no aprendes nada, cumples. Hay que echarle ilusión ganas y pasión a todo lo que se hace porque si no es un horror», insiste Pardo.

No, el problema no es ese, definitivamente, no es ni la falta de pasión ni la falta de ganas, el problema es que no se puede confundir esfuerzo con explotación, ni motivación con manipulación. Las generaciones de ahora se esfuerzan, pero por vivir, porque, afortunadamente, parafraseando el título del libro de Sheila Hernández, son jóvenes, pero no gilipollas. Porque aspiran a vivir, no a sobrevivir.

Y yo me pregunto, trabajando 14 horas al día, cobrando un sueldo miserable y viviendo en una habitación. ¿Qué futuro piensa Ángel Pardo que le espera a un chaval de 24 años que acaba de terminar su formación y se acaba de adentrar en el mundo laboral?