Aunque parece que llevan entre nosotros desde siempre, la costumbre de comer este aperitivo es relativamente nueva en España. Algunos estudios se remontan a los años veinte y treinta del siglo pasado para datar la introducción de este alimento en España. Desde entonces, las pipas de girasol se han convertido en el picoteo favorito de los españoles.

Según datos del estudio, “El consumo de pipas de girasol en España”, elaborado por Metroscopia en colaboración con Pipas USA, el 50 % de los españoles encuestados afirma que es un producto perfecto para consumir en compañía, especialmente en momentos de ocio como puede ser un partido de fútbol, una película o una tarde con amigos. Además, un 33 % está de acuerdo en que el verano es el mejor momento para disfrutar de ellas.

El consumo de pipas de girasol se ha convertido en una tradición bien arraigada en España, que disfrutan pequeños y grandes por igual. Este snack, que siempre ha tenido una gran aceptación, se consume con diferentes frecuencias y en distintas épocas del año, reflejando una cultura de compartir y disfrutar momentos de ocio.

Cómo nos gustan las pipas en España

El hábito de consumir pipas de girasol varía considerablemente entre los españoles. Los fines de semana son el momento preferido para disfrutar de este snack, especialmente entre los más jóvenes (16 a 19 años) y los adultos de 30 a 39 años, grupos de edad a los que pertenecen la gran mayoría de los consumidores.

De hecho, el consumo semanal es común, con un 21 % de personas que las ingieren regularmente en este periodo. Un 18 % declara consumirlas al menos una vez al mes, mientras que el grupo de edad de 20 a 29 años se destaca por su consumo diario.

En términos generales, nueve de cada diez españoles consideran que el consumo de pipas de girasol es una costumbre muy arraigada tanto en las generaciones jóvenes como en las mayores.

El verano, la época de las pipas

Aunque un 41 % de los encuestados afirma que cualquier época del año es adecuada para consumir pipas de girasol, especialmente en el noroeste de España y Canarias, el verano es indiscutiblemente la estación preferida, con un 33 % de los consumidores eligiéndola.

Este dato veraniego contrasta significativamente con el invierno y la primavera, ambos con un 9 %, y el otoño con un 5 %. Los más jóvenes, entre 16 y 19 años, son los principales consumidores en verano, alcanzando un 55 %.

Conciencia medioambiental

El consumo responsable es también una característica notable entre los españoles que disfrutan de pipas de girasol. Un 76 % de los ciudadanos acumula las cáscaras para depositarlas posteriormente en la basura, siendo los grupos de edad de 50 a 64 años los más comprometidos con esta práctica.

Además, un 10 % de la población lleva una bolsa específica para guardar las cáscaras y asegurarse de desecharlas adecuadamente. Algunas marcas de pipas, incluso, incluyen una bolsa de papel extra para ir echando en ella las cáscaras.

Las pipas como alimento

La calidad nutricional de las pipas varía dependiendo del proceso al que se han sometido antes de su comercialización. No van a ser igual de saludables las pipas al natural que solo han sido tostadas para realzar su sabor natural, que las pipas saladas o en 'aguasal' o aquellas que hayan sido condimentadas con saborizantes artificiales.

Tampoco serán igual de saludables las pipas peladas caramelizadas, que están recubiertas por una capa de azúcar caramelizado. El consumo excesivo de sal y azúcar es algo que la Organización Mundial de la Salud recomienda evitar.

Las pipas al natural, tanto si están enteras, como si están peladas, sí aportan nutrientes y, especialmente, las que vienen con cáscara son un picoteo muy interesante, pues el hecho de tener que pelarlas nos aporta dos ventajas: las comemos muy despacio, algo que ayuda a digerirlo, y la cantidad real que ingerimos siempre es pequeña. Para comer una bolsa grande de pipas y vamos a estar un buen rato comiendo, pero solo vamos a ingerir unos gramos de producto.

Además, tanto las peladas como las que vienen con cáscara pueden aportar los siguientes beneficios desde el punto de vista nutricional:

  • Ricas en nutrientes. Las pipas de girasol son una excelente fuente de vitamina E, magnesio, y selenio, que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
  • Antioxidantes. Contienen antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño oxidativo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
  • Salud cardiovascular. El consumo regular de pipas de girasol puede mejorar la salud del corazón debido a su contenido en ácidos grasos saludables, especialmente ácido linoleico.
  • Mejoran el estado de ánimo. Las pipas de girasol son ricas en triptófano, un aminoácido que contribuye a la producción de serotonina, ayudando a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
  • Ayuda a la digestión. La fibra presente en las pipas de girasol favorece una digestión saludable y puede ayudar a prevenir el estreñimiento.
  • Fortalecen el sistema inmunológico. Gracias a su contenido en cinc y selenio, las pipas de girasol ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
  • Beneficios para la piel. La vitamina E presente en las pipas de girasol contribuye a la salud de la piel, ayudando a mantenerla hidratada y protegida contra los daños solares.
  • Apoyo al metabolismo. El magnesio y otras vitaminas del complejo B presentes en las pipas de girasol son esenciales para el metabolismo energético y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
  • Salud ósea. Las pipas de girasol contienen minerales como el magnesio y el fósforo, que son importantes para mantener los huesos fuertes y sanos.

Las pipas de girasol en la gastronomía

Las pipas de girasol son un ingrediente versátil que puede incorporarse en una variedad de platos, aportando sabor, textura y nutrientes. Si pensabas que las pipas eran solo para echar la tarde en un banco del parque hablando con tu mejor amiga, te dejamos unas cuantas ideas para darles otros usos:

  • Ensaladas. Añadir pipas de girasol tostadas a las ensaladas proporciona un crujiente delicioso y un extra de nutrientes. Combinan bien con vegetales frescos, frutas y aderezos variados.
  • Panadería y repostería. Se pueden incorporar en panes, galletas, magdalenas y barritas energéticas. Las pipas de girasol aportan un toque crujiente y un sabor característico a los productos horneados.
  • Salsas y pestos. Las pipas de girasol pueden ser una excelente alternativa a los piñones en el pesto, o añadirse a otras salsas para darles textura y más sabor.
  • Granola y cereales. Mezclar pipas de girasol con avena, frutos secos y miel para hacer granola casera es una forma deliciosa de disfrutar de este ingrediente también en el desayuno.
  • Snacks saludables. Consumidas solas, tostadas o ligeramente sazonadas con especias, son un snack nutritivo y fácil de llevar. También se pueden mezclar con otros frutos secos y frutas deshidratadas para crear una mezcla de aperitivos.
  • Rebozados crujientes sin gluten. Triturar pipas de girasol y usarlas como rebozado para carnes, pescados o verduras es una alternativa creativa y sabrosa a los rebozados tradicionales.
  • Sopas y cremas. Espolvorear pipas de girasol sobre sopas y cremas añade un contraste crujiente y un toque de sabor. También se pueden triturar y añadir directamente a la sopa como espesante.
  • Bebidas vegetales. Las pipas de girasol pueden utilizarse para hacer bebida vegetal, una alternativa nutritiva y sabrosa a las leches tradicionales y otras bebidass vegetales.
  • Postres. Incorporar pipas de girasol en postres como bizcochos, tartas y helados puede añadir una capa adicional de sabor y textura.