En el vibrante escenario culinario de Ciudad de México, donde la tradición y la modernidad se entrelazan en cada platillo, emerge una figura cuya historia es tan fascinante como sus creaciones culinarias. Jorge Vallejo, chef y propietario del aclamado restaurante Quintonil, ha logrado posicionar su establecimiento entre los mejores del mundo, y su travesía desde los fogones de un crucero hasta la obtención de dos estrellas Michelin es un testimonio de pasión, dedicación y talento.

Un comienzo en alta mar

Antes de que Jorge Vallejo se convirtiera en una figura respetada en la escena gastronómica internacional, su carrera comenzó en un entorno tan único como desafiante: una cocina en alta mar. Trabajando como chef en una línea de cruceros, Vallejo tuvo la oportunidad de viajar por el mundo, explorando y experimentando con sabores de diversas culturas. Este periodo no solo le brindó una formación exhaustiva en técnicas culinarias, sino que también le permitió desarrollar una visión global que más tarde integraría en su cocina.

La vida en el mar, con su ritmo incansable y la necesidad constante de adaptarse a nuevas circunstancias, moldeó a Vallejo, dándole la fortaleza y la flexibilidad necesarias para enfrentar los retos que se avecinaban. Sin embargo, a pesar de la emoción de estar en constante movimiento, fue su amor por las raíces y tradiciones de su México natal lo que lo impulsó a regresar a tierra firme y comenzar su propio proyecto.

Jorge Vallejo en Quintonil.

El nacimiento de Quintonil

Al regresar a México, Vallejo no tardó en consolidar su carrera en algunos de los restaurantes más reconocidos de la Ciudad de México. Sin embargo, el verdadero salto lo dio cuando, junto a su esposa y socia, Alejandra Flores, decidió abrir su propio restaurante: Quintonil, un nombre que hace referencia a una hierba muy utilizada en la cocina mexicana.

Desde su apertura hace 12 años, Quintonil ha sido un reflejo del compromiso de Vallejo con la gastronomía mexicana. Con un enfoque en ingredientes locales y técnicas tradicionales, el restaurante busca contar la historia de México en cada plato. Para Vallejo, la esencia de su país está presente en los productos que utiliza, desde los más comunes hasta los más inusuales, como los insectos, un ingrediente eminentemente mexicano que él ha elevado a un nivel gourmet.

El reconocimiento internacional

La filosofía de Quintonil y el talento de su chef no han pasado desapercibidos. Recientemente, el restaurante ha sido galardonado con dos estrellas Michelin, una hazaña impresionante considerando que la guía apenas comenzó a otorgar estas distinciones en México. Además, Quintonil ha alcanzado la séptima posición en la prestigiosa lista ‘The 50 Best World’s Restaurants’, destacándose como el mejor restaurante mexicano.

Para Vallejo, estos reconocimientos no solo son un motivo de orgullo, sino también una responsabilidad. "Es un gran honor representar a México y poder compartir nuestra visión gastronómica con gente de todo el mundo", afirma en una entrevista con EFE. Sin embargo, a pesar de los éxitos y los elogios, Vallejo mantiene los pies en la tierra, recordando siempre la importancia de su equipo y la necesidad de seguir evolucionando.

Un legado en construcción La historia de Jorge Vallejo es un recordatorio de cómo la pasión y la perseverancia pueden llevar a un chef desde los confines de una cocina en un crucero hasta los escenarios más prestigiosos del mundo culinario. Su compromiso con la cultura y los ingredientes mexicanos ha puesto a Quintonil en el mapa global, y aunque los reconocimientos continúan llegando, Vallejo sigue enfocado en lo que más ama: cocinar, tanto en su restaurante como en la intimidad de su hogar.

Hoy, Quintonil no es solo un restaurante; es una celebración de México, una ventana a sus tradiciones y una muestra del potencial infinito de su cocina. Y en el corazón de todo esto, está Jorge Vallejo, un chef que comenzó su viaje en el mar y que, con cada plato que crea, nos invita a explorar el vasto y rico paisaje de la gastronomía mexicana.