Barcelona, con su vibrante escena culinaria, cuenta con otro atractivo proyecto que viene de la mano de Fiskebar, uno de los restaurantes bajo el paraguas del Grupo Tragaluz.
Este restaurante de cocina nórdica instalado en el Real Club Marítimo de Barcelona, además de ofrecer una propuesta culinaria especial, presume de una ubicación privilegiada, perfecta para disfrutar de la Copa América. Cuenta con una amplia terraza ideal para ver las competiciones náuticas frente al puerto con una oferta gastronómica que explora las raíces del mar del Norte y el Mediterráneo.
Es anexo a esta donde se ha inaugurado Fis K Bar, un original espacio de
bar, que da directamente a la gran terraza del restaurante Fiskebar y evoca el deck de un barco. Una fantástica opción para el mejor de los tardeos en el mejor ambiente, cóctel en mano.
En Fis K Bar, la nueva propuesta de Tomás Tarruella -cofundador de Grupo Tragaluz, incluye cocteles y una carta reducida además de la barra fría de ostras, salmón ahumado con blinis o tartar de vieira ahumada con capuchina, entre otras tapas para compartir, fiel a la especialidad en pescados y mariscos de Fiskebar.
Un espacio inspirado en la tradición escandinava
Fiskebar, que en danés significa "barra de pescado", evoca los tradicionales bares de pescadores nórdicos cercanos a los puertos. El interiorismo, diseñado por Isern Serra, busca trasladar a los comensales a los paisajes escandinavos, con una estética minimalista y materiales naturales que generan una atmósfera cálida y serena. La barra central de mármol, auténtica protagonista del espacio, recuerda la belleza de lo artesanal y aporta un aire de simplicidad refinada.
La decoración monocromática y los amplios ventanales invitan a disfrutar del entorno marítimo, con el puerto de Barcelona y el skyline de Montjuïc como telón de fondo. Además, la disposición del mobiliario y las amplias terrazas exteriores permiten una transición fluida entre el interior y el exterior, ideal para quienes buscan disfrutar de una comida relajada al aire libre.
La cocina: fusión de sabores del norte y del sur
La propuesta gastronómica de Fiskebar es tan especial como su diseño. El restaurante ofrece una carta que combina la esencia de la cocina nórdica con ingredientes y técnicas mediterráneas. Los pescados y mariscos son las estrellas indiscutibles, con preparaciones que destacan por su frescura y honestidad en el tratamiento del producto.
Entre los platos más representativos, encontramos el tartar de vieira ahumada y el smørrebrød de salmón con aguacate y rábano picante, que transportan directamente a Copenhague. La ensaladilla rusa, reinterpretada con langostinos y eneldo, es un homenaje a los sabores escandinavos, mientras que las croquetas de queso Kaftkar conectan con la tradición del Grupo Tragaluz y añaden un guiño al carácter nórdico del restaurante.
Los platos principales incluyen opciones como los mezzi paccheri con ragú de rodaballo o las sepionetas con panceta. Para cerrar la experiencia, los postres tampoco decepcionan, con propuestas como el coulant de avellana con helado de haba tonka, un imprescindible para los amantes de lo dulce.
Un escenario ideal para la Copa América
Sus cómodas zonas lounge y mesas perimetrales, ambiente relajado y el diseño inspirado en el "slow life" nórdico y las vistas al Mediterráneo convierten a Fiskebar en un lugar de destino. Y, estos días, no solo para los amantes de la gastronomía, sino también para quienes buscan disfrutar de una experiencia completa durante los emocionantes días de competición.
El desembarco de Fiskebar en el Real Club Náutico no solo marca un nuevo capítulo en la historia gastronómica de Barcelona, sino que también forma parte de la revitalización del club, un espacio con una profunda conexión con la Barcelona preolímpica. Este club, que fue un referente culinario en la ciudad hasta 2005, vuelve a cobrar vida con la propuesta de Grupo Tragaluz, ofreciendo una experiencia que combina tradición y modernidad en un espacio icónico.