La segunda mejor paella del mundo se encuentra a una hora menos de nuestra península, en las Islas Canarias. Así lo corroboró el último Concurso Internacional de Paella de Sueca, el más importante en torno a este plato típico. El jurado experto del certamen entregó el segundo premio (valorado en 1.500 euros) al restaurante Atlantis, ubicado en Santa Cruz de Tenerife.

El chef del establecimiento, Aday Martín, logró situarse en segunda posición frente a los 40 participantes de la 63ª edición del evento. En primer lugar quedó Restaurante Miguel y Juani, de L'Alcúdia (Valencia) y en tercer lugar, Socarrat Restaurante, de Miramar (Buenos Aires). 

Martín, que fue el único representante de Canarias en esta edición, inició su trayectoria en la cocina por su madre Amelia, tal y como contó en una entrevista en la radio regional de Candelaria: "Yo fui un chico que no quiso estudiar, nunca quería estar sentado". No obstante, su madre, que ha regentado múltiples restaurantes desde la década de los 90, le dijo que si no quería ir a clase, se pusiera "a fregar platos".

De esta forma, el cocinero comenzó vendiendo lapas que pescaba él mismo y que luego cocinaba Amelia en su bar. Con el paso del tiempo empezó a atraerle más y más el mundo gastronómico, y se puso a leer y a estudiar al respecto, hasta conseguir abrir su primer negocio: El rincón de Aday

Sin embargo, su pasión por los arroces se la debe a Pedro Pacheco, que le 'instruyó' en todas las variedades de paellas existentes en Valencia y le puso en contacto con agricultores de la zona. 

Su último restaurante en abrir ha sido Atlantis, donde ha logrado la segunda clasificación en el concurso de Sueca. El local, ubicado en el número 1 de la Calle La Marina, muy cerca de la Plaza de España, se define como una 'gastro-arrocería', con fideuáhasta 10 tipos diferentes de arroces, como su arroz de pulpo frito o su arroz de Angus, todos ellos preparados siguiendo las técnicas más puras de la tradición valenciana. 

El chef Aday Martín.

Atlantis, que se inauguró en 2021, abre sus puertas todos los días de la semana y, además de sus famosos arroces, ofrece una gran variedad de platos de mariscos frescos, tapas y postres tradicionales y artesanos como la tarta de queso, desde bien temprano en la mañana hasta la noche.