Los valencianos no declaran su amor el 14 de febrero (o no sólo). En Valencia tienen su propio San Valentín, conocido con el nombre de Sant Dionís (San Dionisio), patrón de los enamorados valencianos. Se celebra cada 9 de octubre, coincidiendo también con el Día de la Comunidad Valenciana, que festeja la conquista de la ciudad por parte de Jaime I en el año 1238.
En esta fecha es costumbre que los amantes se regalen la llamada mocadorà (literalmente, 'pañuelada'), unos dulces de mazapán hechos a mano y envueltos en un pañuelo. Dichos dulces pueden tener diferentes formas y colores, que recrean frutas y hortalizas típicas de la huerta valenciana (fresas, higos, zanahorias, limones, manzanas...).
Además de estos alimentos, también se representan unas figuras llamadas piuleta y tronador, que, según los expertos, pueden simbolizar distintos elementos. Por una parte, se dice que representan a dos tipos de artefactos pirotécnicos (cohetes y petardos), tan típicos de la ciudad de las Fallas. Por otra, se cree que evocan a los genitales masculinos y femeninos, como vestigio de antiguas tradiciones paganas relacionadas con ofrendas a las diosas de la fecundidad.
Dónde probar los dulces de Sant Dionís: la Mejor Mocadorà de 2024
Estos días se ha celebrado la 43ª edición del Concurso de Sant Dionís que organiza el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia con el patrocinio de la Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia; un certamen que obsequia a los pasteleros y pasteleras que elaboran la mejor mocadorà.
En esta ocasión, la famosa Pastelería Galán se ha alzado con el Premio a la Mejor Mocadorà 2024 por la "calidad, sabor y variedad" de sus mazapanes artesanales. Este obrador familiar, ubicado en el municipio de Albal, cuenta ya con más de 40 años de trayectoria y ya el año anterior consiguió el segundo premio de este certamen.
Por su parte, el Horno Pastelería Cuenca (en el barrio de Benimaclet), ganador del primer premio dentro de la modalidad de Ornamentación Comercial, ha destacado por su originalidad y creatividad en el diseño composición y presentación artística de su escaparate.
La 43ª edición ha contado con un jurado formado por maestros pasteleros, representantes de las asociaciones de consumidores, AVACU, Tyrius y Unión de Consumidores; representantes de la Escuela de Bellas Artes y prensa especializada.
Como ha explicado Laura de Juan, secretaria general del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, "cada edición, el jurado tiene más complicado tomar una decisión dada la gran calidad de las elaboraciones. Cada una de ellas representa una muestra de la calidad y del extraordinario talento y profesionalidad de los pasteleros artesanos". "Es gracias a su pasión por este oficio y al esfuerzo diario que esta tradición se mantiene viva, celebrando no solo nuestras raíces, sino también el arte y la gastronomía que define a nuestra región", ha señalado.