El Bajo Aragón es la cuna del único melocotón con Denominación de Origen Protegida (D.O.P) de España: el Melocotón de Calanda. Este producto, considerado por muchos como el mejor melocotón del mundo, no solo destaca por su dulce y carnoso sabor, sino también por la dedicación y meticulosidad con la que es cultivado y cuidado por los agricultores de esta región.
Hoy, con la temporada en su apogeo (de finales de agosto a finales de octubre), es el momento ideal para disfrutar de esta delicia que ha sabido preservar la esencia de los melocotones de antaño.
Un proceso artesanal para un melocotón único
Lo que diferencia al Melocotón de Calanda de otras variedades en el mercado es su estricta regulación y técnicas de cultivo. Estos melocotones se someten a un proceso artesanal que incluye dos pasos fundamentales: el aclarado intensivo y el embolsado individual.
En el primero, se elimina aproximadamente el 70% de los frutos en cada árbol para permitir que los restantes crezcan más grandes y con una calidad superior. Luego, cada melocotón se embolsa manualmente en una bolsa de papel para protegerlo de plagas y pesticidas, garantizando una maduración más natural y uniforme.
Este método no solo resguarda la pureza del fruto, sino que asegura que el Melocotón de Calanda cumpla con los exigentes requisitos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen. Para llevar el sello de calidad D. O.P, cada melocotón debe tener un diámetro mínimo de 73 mm, una dureza de al menos 3 kg/0.5 cm² y un contenido de azúcar superior a los 12 grados Brix, lo que garantiza una fruta dulce y firme, con un sabor inigualable.
La etiqueta negra: garantía de calidad
En un mercado saturado de imitaciones, reconocer el auténtico Melocotón de Calanda es crucial. Solo aquellos que llevan la etiqueta negra, impresa con el sello de la Denominación de Origen, cumplen con los estrictos controles de calidad. Esta etiqueta asegura al consumidor que está comprando un melocotón genuino, cultivado bajo las condiciones únicas del Bajo Aragón, y no una simple imitación.
Además, se ha establecido una numeración individual en cada caja y etiqueta del melocotón, un esfuerzo adicional para combatir el fraude y destacar la exclusividad de este producto. Gracias a campañas de concienciación y promoción, la Denominación de Origen busca educar a los consumidores sobre la importancia de buscar esta distinción en los puntos de venta.
Un producto con historia y futuro
El Melocotón de Calanda no es solo un símbolo de la rica tradición agrícola del Bajo Aragón, sino también un motor económico para la región. El cultivo de este melocotón de alta calidad permite que muchos jóvenes agricultores encuentren en la tierra una forma de vida sostenible y próspera, contribuyendo a fijar población en el área rural. Desde su reconocimiento como Denominación de Origen en 1999, ha crecido en reputación y prestigio, siendo hoy en día un referente tanto en el mercado nacional como internacional.
Este año, se celebra el 25 aniversario de la D.O.P Melocotón de Calanda, una fecha que marca un hito en la protección y promoción de este fruto excepcional. Desde sus inicios, los productores vieron la necesidad de proteger su producto frente a las imitaciones y fraudes, logrando finalmente en 1999 el reconocimiento europeo como Denominación de Origen. Este hito no solo ha servido para diferenciar al Melocotón de Calanda de otros melocotones, sino para consolidarlo como un producto premium, de altísima calidad.
Un sabor que conquista paladares
Los consumidores que prueban un Melocotón de Calanda se encuentran con una fruta que evoca recuerdos de los melocotones de antaño: dulce, jugoso, carnoso y con un aroma inconfundible. Cada bocado refleja el cuidado y la tradición de una región volcada en la excelencia agrícola.