El carajillo ha dejado de ser una bebida viejuna. Elaborado tradicionalmente a base de café y algún tipo de licor (como brandy, orujo, anís, ron, etc.), regresa ahora con fuerza renovada a nuestros bares y restaurantes. Lo anticipaba la revista inglesa Delish a principios de año: el carajillo iba a convertirse en una de las tendencias gastronómicas del 2024, desbancando al famoso Expresso Martini. 

La marca Licor 43, propiedad de la empresa cartagenera Zamora Company, es la principal responsable del resurgimiento de esta bebida de café de toda la vida. Hace 15 años, en México (uno de sus principales mercados), comenzó a beberse el café combinado con este licor español, aunque por aquel entonces lo servían separado, en caliente, y era el comensal quien lo mezclaba a su gusto en la mesa.

Sin embargo, un par de años después, empezó a consumirse shakeado, es decir, a modo de cóctel: con hielo y agitado todo junto en una coctelera, dando lugar a lo que ahora han pasado a llamar Carajillo 43, aunque en Latinoamérica se conoce como carajillo mexicano

El cóctel Carajillo 43. Licor 43

Esta nueva receta tuvo una gran acogida y se extendió a Brasil y otros lugares de América Latina. Su fama ha llegado incluso a Norteamérica, de la mano de chefs como el dominicano Moisés López, quien, según el periódico The New York Times, elabora el mejor carajillo de todo Estados Unidos.

López recuerda que el primero de todos lo probó en Murcia, por las tascas cercanas a La Merced, ya que su esposa se crió en esta ciudad. No obstante, su amor por esta bebida no llegó hasta que la redescubrió tiempo después en Oaxaca (México), al estilo de allí. "Recuerdo que lo probé en una terraza con mi familia y en ese momento lo sentí como una forma muy especial de terminar una buena comida", rememora.

Así pues, no dudó en trasladar el cockatil a Tobalá, su restaurante mexicano ubicado en El Bronx (Nueva York), donde se convirtió en todo un éxito gracias, en parte, a la buena reseña del crítico gastronómico de The New York Times. "Hay gente que conduce tres o cuatro horas en coche a propósito sólo para probarlo", afirma.

La popularidad de Carajillo 43 en Estados Unidos también se debe a la versatilidad y la sencillez que lo caracteriza. "La elaboración es bastante fácil y, aunque lo encuentres en un restaurante, también lo puedes trasladar a una reunión privada de amigos sin muchas complicaciones, ya que no requiere ingredientes muy sofisticados", opina Blanca de la Infiesta, directora global de Marketing de Licor 43. "Además, resulta súper agradable a una alta gama de paladares", agrega.

Moisés López en el restaurante Omeraki de Alberto Chicote. Licor 43

Evidentemente, México también juega un papel protagonista en la llegada del carajillo a Estados Unidos y, concretamente, a Nueva York, debido a "la cercanía geográfica" y "la enorme comunidad mexicana que habita la ciudad", tal y como apunta Moisés. "Al final, con la globalización, muchos mexicanos que están en Estados Unidos quieren vivir esas experiencias buenas que han tenido en su país de origen". Aun así, el chef reconoce que el público que pide su carajillo es bastante diverso, no limitándose únicamente a los mexicanos.

López, que abrió su restaurante en 2022 tras años de trabajo en establecimientos mexicanos de la Gran Manzana como Papasito y Cocina Chente, explica que elabora su carajillo usando siempre café orgánico y de Comercio Justo procedente de Chiapas: "Queremos apoyar a producciones pequeñas que sí pagan lo que vale el trabajo de los productores". Asimismo, a la hora de elaborar Carajillo 43, aconseja utilizar siempre un café tostado, que tenga un sabor más bien fuerte.

Un vaso de Carajillo 43. Licor 43

"¡Quién hubiera dicho hace años en España que un carajillo podía ser un cóctel!", exclama Blanca de la Infiesta. "Paradójicamente, esta bebida ha tenido que irse fuera para regresar a nuestro país en un formato más sofisticado y prémium que, sin duda, poco a poco empezaremos a ver cómo se consume cada vez más". 

Por lo pronto, ya cuenta con mucha más cobertura mediática y tiene su propio certamen en el festival gastronómico Madrid Fusión, que este año celebró la primera edición del concurso Carajillo 43, en la que el bartender Denys Cherkasov, del restaurante valenciano La Salita, se alzó con el primer premio gracias a su cóctel Miel de oro elaborado a base de Licor 43, hinojo y haba tonka.