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El barrio de Gràcia en Barcelona esconde una joya para los amantes de la repostería artesanal. La Pastelería Carrió, dirigida por los hermanos Oriol y Anna Carrió, ha vuelto a consagrarse como la creadora del mejor panellet de piñones de Cataluña al revalidar el Panellet d’Or en la Ruta de los Mejores Panellets, un prestigioso certamen organizado por la plataforma Panàtics en colaboración con el Gremio de Panaderos de Barcelona.

Este reconocimiento, otorgado por un jurado compuesto por profesionales del sector, se basa en una cata anónima que evalúa la calidad global de los panellets presentados. La propuesta de Oriol Carrió ha destacado por la calidad de sus ingredientes, la perfecta cocción y la armonía en la combinación de texturas y sabores. El panellet de piñones, una pieza clásica de la gastronomía catalana asociada a la festividad de Todos los Santos, en manos de los Carrió se transforma en una auténtica obra maestra.

Una receta con legado

El secreto de este éxito no es reciente, sino que hunde sus raíces en la tradición familiar. La receta de mazapán que utiliza la pastelería tiene más de 40 años y ha pasado de generación en generación. Según explica Oriol Carrió, la receta ha ido adaptándose a los gustos contemporáneos, pero sin perder su esencia. El maestro pastelero subraya dos pilares fundamentales para alcanzar la excelencia: la calidad de la materia prima y la pasión por cada paso del proceso de elaboración.

El surtido de Panellets de Carrió.

Desde la selección de los mejores piñones hasta el delicado proceso de horneado, los Carrió no escatiman en esfuerzos ni tiempo. Oriol enfatiza que la clave está en respetar el producto y darle el tiempo necesario para alcanzar la perfección: “Hacer las bolitas de mazapán, seleccionar los piñones y hornear hasta conseguir un exterior dorado y crujiente y un interior suave y meloso es un trabajo artesanal que no admite prisas.”

Tradición familiar

La Pastelería Carrió es una empresa familiar en el sentido más profundo. Oriol y Anna son la tercera generación de una familia de panaderos, cuyo abuelo ya dejó una huella imborrable en la tradición repostera local. Tras más de cuatro décadas en el oficio, los hermanos Carrió han sabido combinar con maestría la pastelería tradicional catalana con técnicas de la pastelería francesa, lo que ha dado lugar a una propuesta contemporánea y creativa que no deja de sorprender.

Oriol, con una notable trayectoria como maestro pastelero, y Anna, encargada de la atención al cliente y la gestión del negocio, conforman un equipo que ha sabido mantener viva la esencia artesanal en un sector que a menudo se enfrenta a la industrialización.

Reconocimientos que avalan su calidad

El éxito de los Carrió no es fruto del azar. Además de haber revalidado el Panellet d’Or que ya consiguió en 2022, la pastelería ha cosechado varios galardones en los últimos años, como el premio a la mejor coca de Sant Joan en 2019 y el mejor roscón de Reyes en 2021. También han sido reconocidos con el sello de la Fava de Cacau, que distingue a las 50 mejores pastelerías de Cataluña.

Estos premios son el reflejo del esfuerzo y dedicación que impregnan cada creación de la Pastelería Carrió. En palabras de Oriol: “El orgullo de un pastelero es realizar productos que expresen calidad, artesanalidad y mimo por lo bien hecho.”

Un panellet con alma

Cada otoño, la ciudad de Barcelona se prepara para celebrar una de las tradiciones más dulces y arraigadas en la cultura catalana: la elaboración y degustación de panellets. En este contexto, la propuesta de la Pastelería Carrió brilla con luz propia, ofreciendo un panellet que es mucho más que un simple dulce. Es la expresión de una herencia familiar, de la paciencia en el oficio y del respeto por las tradiciones que han marcado a fuego la cultura gastronómica catalana.

Así, quienes se acerquen al barrio de Gràcia durante estas fechas podrán disfrutar del que ha sido coronado, por segundo año consecutivo, como el mejor panellet de piñones de toda Cataluña. Un bocado en el que se conjugan la tradición y la innovación, y que sin duda, marca la diferencia en el competitivo mundo de la pastelería artesanal. 

Más panellets

Otra casa arraigada a esta tradición que debe tenerse también en cuenta es La Campana, cuyo escaparate por estas fechas es invadido por su amplio surtido de panellets elaborados con un mazapán excepcional, de la más alta calidad, con la mejor materia prima disponible en el mercado.

Son las máximas que sigue este negocio familiar que lleva en funcionamiento más de 130 años y elabora un amplio surtido de piezas entre los que destacan el de piñones de Castilla, de almendras de Marcona, de cereza confitada, de naranja confitada, de café, de coco, de limón con canela y de membrillo.