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En el madrileño barrio de Chueca, en su corto tiempo de vida, Chispa Bistró se ha posicionado un referente de la alta cocina accesible. Bajo la batuta del joven chef argentino Juan D’Onofrio, este restaurante no solo ofrece una cocina contemporánea de fusión, sino que también se posiciona como uno de los más prometedores en la escena culinaria madrileña.

A poco más de un año de su apertura, ha ganado importantes reconocimientos, como su inclusión en la Guía Michelin y la obtención de su primer Sol Repsol.

Un espacio flexible y dinámico

"Chispa Bistró nace de la unión de nuestros viajes por el mundo, se asienta en la vocación por cocinar, por cocinar buen producto, y crece reinterpretando las recetas de corte tradicional. A partir de estas raíces, creemos en una gastronomía libre de todo dogma”, manifiesta el joven chef.

Juan D'Onofrio.

Ubicado en la calle Barquillo, Chispa Bistró se destaca por su ambiente industrial, con la cocina abierta a la sala, lo que permite a los comensales sentir la pasión que se respira entre fogones. Este concepto cercano y sin pretensiones se alinea con la filosofía de D’Onofrio, quien afirma que “Madrid es la ciudad donde todos, incluso los cocineros, encuentran su sitio”. Y él, definitivamente, ha encontrado el suyo.

El interior de Chispa Bistró.

El menú cambia mensualmente, con un enfoque en ingredientes de temporada y técnicas que abarcan desde curados y fermentados, hasta el uso predominante de la brasa. La propuesta es reducida pero cuidada al detalle, con una decena de platos y postres, así como una excelente selección de quesos. Entre los platos más destacados está el ya icónico pichón en tres vuelcos, que refleja la maestría del chef en el aprovechamiento de cada parte del ave, presentado en tres elaboraciones distintas.

Un toque argentino en cada plato

Aunque la oferta de Chispa Bistró está anclada en los sabores mediterráneos, D’Onofrio no se olvida de su tierra natal. Elementos de la cocina argentina se hacen presentes, especialmente a través del tratamiento del fuego y las brasas. Esto se refleja en la delicadeza con la que trabaja carnes maduradas, pescados y vegetales, como en su curioso cogollo braseado o la sandía a la parrilla. La fusión de sabores e influencias culinarias del mundo queda patente en cada bocado.

Capeletti de chipirones, ikura, dashi de setas y tomate y Bonito, sunomono, daikon y pistacho.

Un maridaje a la altura

Ismael Álvarez, sumiller de la casa, complementa la experiencia gastronómica con una bodega de más de 270 referencias de vinos nacionales e internacionales. La carta de vinos, al igual que los ingredientes, varía según la temporada, ofreciendo opciones que se adaptan a los gustos más exigentes.

El sumiller Ismael Álvarez.

Un éxito en constante evolución

Aparte de su cocina a la carta, Chispa Bistró ha sorprendido con la reciente incorporación de un menú degustación de 12 pases, donde el producto, la estacionalidad y la tradición son los protagonistas. Desde su flor de calabacín que ya ha finalizado su termporada, hasta el apionabo a la brasa, cada plato cuenta una historia, enriqueciendo la experiencia del comensal por 110 euros, con la posibilidad de maridar la comida por 65 euros adicionales.

Además, con la llegada de la primavera, Chispa inauguraba una terraza cruzando la calle, en la Plaza de la Reina, con una carta más ligera y enfocada en platos para compartir, ideal para disfrutar tanto de una comida al sol como de una cena bajo las estrellas.

Producto y temporada, siempre en la hoja de ruta del restaurante.

El futuro de la gastronomía en manos de un joven talento

A sus 26 años, Juan D’Onofrio no solo es el chef más joven de los 783 restaurantes recomendados por la Guía Michelin, sino que ha logrado consolidar un proyecto ambicioso que sigue evolucionando. Chispa Bistró, con su enfoque flexible, su pasión por el fuego y una carta en constante cambio, mantiene vivo el espíritu culinario del barrio de Chueca, donde los sabores del mundo tienen mucho recorrido más allá de la mesa.