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"Nos hemos quedado sin coches, mi mujer sin clínica dental. Le llegaba el agua por las rodillas y mi cuñada fue a buscarla, porque ella seguía trabajando, nadie les había avisado. Estamos vivos, que es lo importante", es el testimonio de Asier Rojo, fundador y propietario de Arat Natura, empresa valenciana que surte las despensas de los mejores chefs con setas diversas, entre otros productos hortícolas.

Este mirandés que hace años echó raíces en la Terreta, vive en Massanassa, su nave está en Albal y su huerta en Alcácer. Se formó en Agricultura Ecológica, movido por la necesidad de un cambio en su vida, tras conocer a su mujer, procedente de Catarroja. Allí también se ubica la clínica que ha sufrido los estragos de la trágica DANA de Valencia. Él es uno de los 72.125 afectados por los destrozos, cifra que hacía oficial este pasado martes el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), dependiente del Ministerio de Economía.  

Lleva peleando con lodo y barro una semana: "Nos costará años volver a como estábamos, pero volveremos. No todo el mundo puede decir lo mismo", manifiesta con la voz entrecortada emocionado por la situación, "cuando baja la adrenalina se te echa todo encima". 

Asier Rojo en la huerta de Arat Natura, en Alcácer.

De su nave salen muchos de los productos que nutren las despensas de reconocidos chefs, unos cuantos de Valencia, como el calabacín, las cebollas o muchas de las hierbas silvestres que llegan al restaurante La Salita o las patatas que provee a Ricard Camarena: "Bego enseguida me escribió, Ricard también", cuenta agradecido Rojo. 

Uno de sus campos de alcachofas está perdido. El lunes formó un gabinete de crisis y finalmente han conseguido acceder a la nave. "Tenía la cámara frigorífica llena de verduras, no tenía acceso y eso es lo que da rabia, no nos permitían movernos. No podemos coger la furgoneta e irnos a otro pueblo, tenemos que ir andando. La nave está bien, pero la huerta está hecha una basura. Tengo un montón de cosas por donar, pero no tengo acceso para llegar" lamentaba pocos días después de la DANA.

Setas Shiitake en mal estado.

Ese mismo lunes metió "todo lo que se podía aprovechar para el World Central Kitchen y Ricard llegó a por patatas para la ensaladilla. Pudimos hacer reparto de productos, algo de berenjena o cosas no tan perecederas, pero no mucho, tenemos unos clientes que exigen de calidad”, relata.

"Cada día es una película, es todo un poco caótico". Se muestra preocupado ante el parón de la actividad, que afectará a la economía, lo que dificultará el recomponerse: "La comercial ha hablado con los clientes más fuertes y la gastronomía se ha parado, el frenazo ha sido brutal". Aun así, mantiene la esperanza en el sector, "los clientes nos dicen que cuando sea estarán aquí".

Los desperfectos de la finca una semana después del paso de la DANA.

La responsabilidad del seguro ante una catástrofe natural

"Yo soy ingeniero técnico forestal y de seguros sé poco. Tengo la suerte de tener una asesora fiscal muy buena que me ha informado del paquete de ayudas. En la nave, al haberse ido la luz, ha afectado a la frescura de los productos. Mi mujer tiene seguro en la clínica y se supone que el consorcio de seguros se va a hacer cargo. Cuando es una tragedia de esta magnitud suele hacerlo". 

Todavía faltan cifras que permitan cuantificar el impacto económico del desastre. A esto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado el primer plan que eleva a 10.000 millones de euros la primera partida destinada a auxiliar a ciudadanos, empresas e instituciones locales en el proceso de reconstrucción tras las fuertes lluvias en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón y Cataluña.

Mientras, se ha recordado a todas las personas aseguradas afectadas que pueden iniciar la solicitud de indemnización a través de la página web oficial del CCS o del centro de atención telefónica

"Mucha gente que vivimos en la periferia estamos afectados. Gente que va al trabajo en coche, en tren, o en metro, no cuenta con comunicación. Hay calles cortadas porque las están limpiando o maquinaria que está trabajando. Hemos estado una semana sin poder llegar, además había 'toque de queda', a partir de las seis de la tarde era mejor no estar fuera porque era peligroso, ha habido robos", contaba este martes a Cocinillas El Español de vuelta a casa tras pasar un rato con su hija en Valencia. 

Ese trayecto lo ha tenido que realizar en las lanzaderas habilitadas para aquellos que necesiten trasladarse y no dispongan de coches y que, a día de hoy, le lleva dos horas, cuando son solo 15 minutos los que separan una localidad de otra. 

"Estamos como locos por pedir las ayudas, queremos hacerlo pronto para que nos los den cuanto antes. Ojalá que nos paguen los coches a precio de mercado, porque ahora que van a subir los coches de segunda mano, porque no hay coches suficientes en todo Valencia para la cantidad de chatarra que hay en solares. Hay tantos que no te puedes ni imaginar". 

Siempre sale el sol

El balance no es halagüeño, aun así rebosa una admirable actitud positiva. "Fácil no es, pero vivimos en un país rico, aunque el dinero de nuestros impuestos no lo quieran gestionar bien muchos de nuestros políticos. Además, nosotros también somos ricos: tenemos vida, tenemos trabajo, no sé cómo vamos a salir adelante, pero saldremos". 

Asier Rojo y Begoña Rodrigo en la huerta de Arat Natura, en mayo de 2023.

Dice no necesitar nada cuando se le ofrece ayuda, su agradecimiento se centra en querer hacer "hincapié en la solidaridad y la fortaleza de la gente, de la gastronomía, de la gente con nombre y apellidos. Sobre todo de todos los que estáis fuera, incansables de darnos ánimos y fuerza. Eso a mí personalmente me da muchas ganas de levantarme todos los días".