El menú que Karlos Arguiñano sirvió en su boda hace 53 años y que enfadó a su suegra: "Le dio mucha vergüenza"
Mientras preparaba una sopa de ajo, el chef recordó con humor cómo su menú "avergonzó" a su suegra
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Karlos Arguiñano es una de las grandes referencias de la cocina española, un chef con una dilatada trayectoria televisiva que, durante más de tres décadas, nos ha acompañado con sus recetas y consejos. Además, en sus programas acostumbra a compartir algunas curiosidades de su vida.
En este caso, mientras preparaba una sopa de ajo con jamón y huevo escalfado, aprovechó para hacer un repaso del que confiesa que ha sido uno de los momentos más especiales de su vida: su boda con María Luisa hace 53 años. Una prueba de que fue inolvidable para él es que tiene en su mente cada detalle de esta fecha señalada.
Como no podía ser de otra forma, Arguiñano desveló algunos secretos que tenían que ver con los platos que sirvió en su menú de boda, llegando a asegurar que "a mi suegra le dio mucha vergüenza" su propuesta.
Esto es porque el cocinero vasco y su mujer eligieron de primero una sopa de ajo, una como la que estaba él mismo preparando en ese momento, lo que asegura que no le hizo demasiada ilusión a su suegra.
La sopa de ajo con jamón y huevo escalfado
Para preparar la sopa de ajo con jamón y huevo escalfado, Karlos Arguiñano utiliza pan sopako, un tipo de pan del País Vasco con el que se consigue dar espesor y consistencia a las sopas. Sin embargo, dado que no es una opción que pueda conseguir todo el mundo, se puede sustituir por el pan de víspera tostado.
Para cuatro personas se necesitan: 200 gramos de pan sopako (para la sopa), una loncha de jamón serrano (80 gramos), cuatro huevos, 2 litros de caldo de pollo y jamón, una cabeza de ajo, aceite de oliva virgen extra, sal, perejil, una guindilla cayena y una cucharada y media de pimentón.
Una vez reunidos todos ellos, se deben seguir estos pasos para la preparación de una sabrosa sopa de ajo con jamón y huevo escalfado:
- Se comienza calentando 3-4 cucharadas de aceite en una cazuela grande, para luego pelar los dientes de ajo e introducirlos enteros en la cazuela, dorándolos un poco. Corta el jamón en pequeños dados, agrégalos y rehógalo un poco, y añade también la guindilla.
- Usando un cuchillo de sierra, cortar el pan en rebanadas finas e incorpóralas a la cazuela, para agregar una cucharada de pimentón y el caldo antes de mezclar bien. En ese momento se deben cocer los ingredientes a fuego suave durante 25-30 minutos. Retira la guindilla y remueve los ingredientes usando una varilla manual hasta conseguir que el pan se termine de deshacer.
- Hecho lo anterior, llegará el momento de poner a calentar en una cazuela baja y amplia, abundante agua con una pizca de sal. En el momento en el que empiece a hervir, se cascan e introducen los huevos en la tartera y se escalfan durante 3-4 minutos, tras los que se retiran a un plato y se reservan.
- Finalmente, hay que repartir la sopa en cuatro platos, colocando un huevo en el centro de cada uno de ellos y dándoles el toque final espolvoreando un poco de pimentón por encima, y acompañándolos a modo de decoración con unas hojas de perejil, tal y como es habitual en las preparaciones de Karlos Arguiñano.
Las propiedades de la sopa de ajo
Cuando llega el frío a nuestros hogares, poco apetece más que un plato bien caliente y reconfortante. En esta época del año siempre es bien recibido un buen cocido o una buena sopa de ajo, que no solo es deliciosa, sino que también posee distintas propiedades y beneficios para la salud.
Los diferentes alimentos que forman parte de la receta aportan vitaminas, minerales y antioxidantes que son necesarios para el buen funcionamiento del organismo, ayudando a que podamos encontrarnos con un mejor estado de salud.
El ajo, que es uno de los principales ingredientes de la sopa a la que da nombre, destaca especialmente por contener compuestos que disponen de propiedades antiinflamatorias, por lo que ayuda a la hora de reducir la inflamación del cuerpo. Asimismo, destaca por sus propiedades antivirales y antibacterianas, lo que hace que también contribuya al fortalecimiento del sistema inmunológico y a la prevención de resfriados e infecciones.
Un consumo regular de ajo puede llevar a que existan una serie de beneficios para la salud cardiovascular, pues contribuye a reducir los niveles de colesterol y a la reducción de la presión arterial.
La sopa de ajo, por otro lado, al contar con pan y otros ingredientes en su composición, también aporta un efecto saciante que puede ser realmente útil para el control del apetito, así como para poder seguir una dieta sana y equilibrada. Los hidratos de carbono del pan también destacan por su aporte de energía, contribuyendo a que sea una receta con grandes beneficios a nivel nutricional.
Por todos sus beneficios y su exquisito sabor, no es de extrañar que a lo largo de los últimos años la sopa de ajo se haya convertido en una elaboración muy popular. También ayuda al auge de su popularidad el hecho de que nos encontremos ante un plato sencillo y económico de preparar, a base de ingredientes que son fáciles de encontrar en cualquier tienda o supermercado.