El nuevo Sol Repsol en el corazón de Extremadura: un restaurante con solo cinco meses de vida en la capital del tomate / El restaurante en el corazón de Extremadura que ha conseguido un Sol Repsol tras cinco meses abierto: alta cocina en la capital del tomate
El nuevo Sol Repsol en el corazón de Extremadura, tras cinco meses abierto: alta cocina en la capital del tomate
Desde Miajadas, Tupio ofrece dos menús degustación elaborados por Guti Moreno, jefe de cocina y chef ejecutivo.
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Miajadas, conocida como la capital del tomate, tiene un nuevo motivo de orgullo. En apenas cinco meses desde su apertura, Tupío, el restaurante integrado en el complejo hotelero Finca la Desa, ha conseguido uno de los galardones más codiciados en la gastronomía española: un Sol Repsol. Con esta distinción, se consolida como una de las grandes promesas de la cocina extremeña, reivindicando el valor del producto local y las raíces culinarias de la región.
El artífice de este éxito es Guti Moreno, chef ejecutivo y visionario de Tupío, quien ha conseguido que su propuesta de cocina basada en la sencillez, la brasa y el producto de cercanía se traduzca en una experiencia gastronómica de primer nivel. “Este día va a permanecer siempre en nuestra memoria. Es la recompensa a un duro trabajo y un gran esfuerzo por parte de todo el equipo”, reconoce emocionado el chef tras recibir el premio en la gala de los Soles Repsol en Santa Cruz de Tenerife.
Un viaje por la esencia extremeña
Tupío no es un restaurante al uso. Es un homenaje a la tradición culinaria extremeña desde una perspectiva contemporánea. Aquí, la caza, la huerta y los productos silvestres del monte son los verdaderos protagonistas. Cada plato que sale de la cocina de Moreno es un guiño a la memoria gustativa de la tierra, reinterpretando las recetas de la abuela con un respeto absoluto por el producto.
La caza es gran protagonista en la propuesta de Tupío.
La propuesta de Tupío se basa en dos menús degustación: Tupío (medio) y Gran Tupío (largo). El primero permite al comensal entrar en la filosofía de la casa, mientras que el segundo se convierte en un recorrido completo por la esencia del restaurante. En ambos casos, el protagonismo recae en la brasa, los fondos de cocción profundos y el mimo en cada detalle.
Un detalle que no pasa desapercibido es que algunas de las verduras que llegan al plato provienen de la propia huerta del restaurante, situada a pocos metros del comedor. Esto refuerza el concepto de cocina de proximidad que Tupío defiende con orgullo.
El arte de la armonía: una bodega que cuenta historias
No hay experiencia gastronómica completa sin un maridaje a la altura. Aquí entra en escena Mario Fernández, sumiller y jefe de sala, quien ha diseñado una selección de vinos que realza cada plato con precisión y equilibrio. Desde etiquetas nacionales hasta referencias internacionales, la bodega de Tupío está pensada para sorprender y emocionar.
Guti Moreno y Mario_Fernandez.
Los comensales pueden optar por tres opciones de maridaje: ocho, doce o quince vinos, adaptados a cada menú. Para quienes prefieran elegir, la carta de vinos de Tupío incluye referencias de regiones vitivinícolas de España, Francia, Alemania, Chile, Italia, Australia o incluso Líbano.
Un espacio donde el tiempo se detiene
La experiencia en Tupío no solo se vive en el plato, sino también en el ambiente. El restaurante ha sido concebido como un espacio de calma y contemplación, donde el paisaje de la dehesa extremeña se convierte en un comensal más. Desde los ventanales del comedor, los clientes pueden observar el entorno mientras disfrutan de una gastronomía que busca emocionar.
La Dehesa Extremeña se cuelga por los ventanales de Tupío.
El cuidado por el detalle es palpable en cada rincón: desde el suelo rústico hasta el artesonado minimalista, pasando por la presencia de cuadros pertenecientes al prestigioso certamen de pintura Laura Otero, que aportan un extra de identidad al espacio.
Tupío ha demostrado que no hace falta una larga trayectoria para dejar huella en la gastronomía. En solo cinco meses ha conseguido posicionarse como uno de los referentes de la cocina extremeña, conquistando a crítica y público con una propuesta honesta y sin artificios.
