No hay nada mejor que comenzar la mañana con un buen café a la hora del desayuno, sobre todo si este es preparado en una clásica cafetera italiana, una de las mejores opciones para poder disfrutar del sabor y aroma más puro del café. Esta bebida nos aporta la energía que necesitamos para despertar nuestro cuerpo y emprender una larga jornada por delante.

Ya sea en grano o molido, espresso o en cafetera, con leche o solo, el café se puede disfrutar de múltiples maneras diferentes. Para conseguir el mejor café posible hay distintos aspectos a tener en cuenta, que van desde la elección de los ingredientes hasta las técnicas de preparación utilizadas, pasando por la temperatura a la que se debe poner la vitrocerámica si se elabora en una cafetera italiana de inducción.

La temperatura del agua es un factor clave a la hora de poder conseguir un mejor sabor final en el café, además de la calidad en la elección de la materia prima, si bien es cierto que los gustos dependen de cada persona. Mientras que hay quienes prefieren temperaturas más altas para conseguir un café más fuerte, otros prefieren optar por temperaturas más bajas para que sea más suave. Sin embargo, hay una temperatura que se considera la óptima para conseguir el mejor café, y esta es prepararlo a una temperatura de entre 90 y 96 grados centígrados.

Dentro de esta franja térmica se consigue que los compuestos solubles del café se liberen de forma progresiva, lo que da origen a una infusión equilibrada. Si se prepara a una temperatura demasiado baja, se conseguirá un café insípido, mientras que, si se excede, podría resultar en un café amargo. La cafetería italiana, que tiene la ventaja de que se puede controlar de manera precisa, es una gran aliada para poder llegar a alcanzar la temperatura perfecta, lo que permitirá apreciar todos los matices de los granos de café.

Para llegar a alcanzar esta temperatura es necesario controlar bien los niveles de fuego que tiene la vitrocerámica en cada caso, debiendo optar por situarla en una posición de inducción medio-baja, a un nivel de entre 5 y 7, para así poder disfrutar del equilibrio necesario. Una vez que el agua suba filtrando el café molido y entre en ebullición, tan solo habrá que estar atento a que no se exceda de tiempo ni se desborde.

Preparación del café en una cafetera italiana

El tiempo que se tarda en hacer el café en una cafetera italiana depende tanto de la cantidad de agua que se está utilizando como del propio café usado, además del tipo de café molido y la temperatura que haya alcanzado la fuente de calor, si bien lo más habitual es que esté listo en un tiempo de entre 5 y 10 minutos.

La elaboración se elabora comenzando por llenar la parte inferior de la cafetera italiana con agua hasta el nivel indicado, para luego agregar el café molido en el filtro, donde se debe nivelar con suavidad y sin presionar. A continuación, se debe ensamblar la cafetera y colocarla en la fuente de calor, como la vitrocerámica, para ajustar la temperatura a fuego medio. Finalmente, solo habrá que dejar que el agua caliente suba a través del filtro para mezclarse con el café molido.

Durante el proceso de elaboración hay que prestar mucha atención al sonido, de manera que, cuando se escuche un sonido silbante, querrá decir que el café está listo. En ese momento habrá que retirar la cafetera del fuego para evitar que se llegue a quemar o que adquiera un sabor amargo.

Otros trucos para preparar el mejor café

Más allá de conocer la temperatura exacta a la que preparar el café para conseguir el mejor resultado final, existen una serie de trucos y consejos para preparar un buen café en casa:

  • Compra un buen café natural: existen distintas variedades de café entre las que elegir, siendo las más consumidas la arábica y la robusta, la primera con menos cafeína y un café más suave con aromas afrutados, y la robusta, con más cuerpo y más amargo, además de una mayor cantidad de cafeína. En todo caso, es necesario recurrir siempre a un buen café natural y evitar el torrefacto.
  • Café en grano, la mejor opción: los granos de café son una materia prima que comienza a perder propiedades a medida que son procesados, por lo que lo más recomendable es comprar café en grano para molerlo en casa, ya sea con una cafetera automática o usando un molinillo de café. De esta manera, el café comienza a liberar sus aromas en el momento en el que se muele, y si se consume poco tiempo después, será posible apreciar todos sus matices.
  • La taza es importante: aunque a menudo no se le presta demasiada atención, es necesario elegir una buena taza para poder disfrutar de un buen café. De hecho, los expertos recomiendan optar por un tono neutro como el blanco, porque así no afectará a la percepción psicológica del sabor. Tradicionalmente, se usa la porcelana por ser un material resistente que conserva mejor el calor que el vidrio o el cristal.
  • Sirve el café al momento: si quieres disfrutar del mejor sabor del café, consúmelo al momento, justo tras su preparación, puesto que la frescura es clave para degustar la bebida y apreciar todos sus aromas.