Esta noche la ciudad estadounidense de Las Vegas vivía uno de los eventos gastronómicos más esperados del año y que muchos consideran como los Oscar de la gastronomía a nivel mundial: los World's 50 Best Restaurants 2024.
Un evento que este 2024 vivía su 22ª edición y que un año más ha puesto nombre a los mejores restaurantes de todo el mundo. Una nueva lista de mejores restaurantes que no ha podido ser mejor para la cocina española. Y es que, el restaurante barcelonés 'Disfrutar', de Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas con tres estrellas Michelin, se convertía en el mejor restaurante del mundo para alegría de los emocionados chefs.
Una edición que también ha podido celebrar un año más el Asador Etxebarri, a manos de Bittor Arginzoniz. Uno de los inamovibles de la lista pero que este año ha conseguido esa deseada segunda posición por detrás de Disfrutar. Todo ello, con una propuesta única de alta cocina a la parrilla en Axpe (Vizcaya) que le ha hecho ganar una estrella Michelín.
Por el contrario, DiverXo de Dabiz Muñoz en Madrid, retrocede este año hasta el puesto cuatro en la lista de The World's 50 Best Restaurants 2024, después de haberse situado el pasado año 2023 en el puesto tres.
Sin embargo, esta vez queremos hablar del genio vasco del fuego Bittor Arginzoniz y también de su Asador Etxebarri, ahora convertido en el segundo mejor restaurante del mundo. Te contamos todo sobre la historia, carta y precios del asador de Axpe más famoso y que cuenta con uno de los mejores menús y parrillas del mundo.
Etxebarri: el templo de las brasas
El comienzo de Etxebarri nos sitúa en 1990, pero no fue hasta 2008 cuando se coló en la oferta gastronómica, al mismo tiempo que Bittor Arguinzoniz decidía añadir a la carta la alternativa del menú degustación.
Desde entonces no ha dejado conquistar a los comensales, posicionándose desde hace años en los primeros puestos de la lista 'The Wold's 50 Best Restaurantes, una clasificación que este 2024 le ha brindado su segundo puesto en la lista.
Si hablamos de la carta de Etxebarri, hablamos entonces de una experiencia culinaria única en la que solo hay cabida para disfrutar sin pausa. Y es que, este restaurante es un lugar de peregrinación sobre todo para los amantes de las brasas. De hecho, prácticamente la totalidad de los platos pasan por ellas.
Etxebarri cuenta además con hornos propios a 750 grados en los que Arguinzoniz y su euipo elaboran y cocinan diariamente brasas perfectas de madera para el pescado y la carne. Todo ello sumado a sus seis parrillas ajustables con sistema de poleas para subir y bajar.
Por supuesto, la carta y el menú son de mucha altura. En ellos podemos encontrarnos con los mejores productos de las zonas y las brasas como hilo conductor. No faltan productos como el chorizo, anchoa en salazón, erizo de mar con nabo, gambas rojas, kokotxa de bacalao, yema de huevo con trufa negra, tartar de chorizo fresco, besugo o chuleta de vaca....
En el caso del precio del menú de Etxebarri, este es cerrado y de unos 280 euros (IVA incluido) tal y como señalan en su página web. Este no incluye bebida, pero sí asegura una experiencia culinaria imborrable y muy satisfactoria para los amantes de la carne y el pescado a la brasa.
En cuanto a las reservas, existe un mínimo para dos personas y un máximo de seis. En su web también recomiendan la asistencia de niños a partir de los 12 años.
El maestro Bittor Arguinzoniz
A pesar de la polémica que le rodeaba el pasado año y le ponía en los focos de la prensa debido a su exalumno Tetsuro Maeda venido de Japón, tras decidir abrir un restaurante con una oferta similar a tan solo 100 metros de Etxebarri. Bittor Arguinzoniz siempre se ha caracterizado por ser alguien reservado, alejado de los 'photocalls' de la gastronomía y muy feliz frente a la parrilla.
Este gran experto del mundo de la gastronomía y las brasas, solo va a lo grande y pisa cada año un único evento culinario: la gala anual de la lista 50 Best.
Él fue el responsable de dar forma al antiguo caserío de la Plaza de San Juan en Axpe que había sido el típico bar de pueblo de siempre y que tras llevar 10 años cerrado pasó a convertirse en 1990 en asador, frente al que estaba una persona que jamás había sido antes cocinero ni hostelero pero que sí había visto a su familia cocinar durante toda su infancia.
En ese rincón del País Vasco comenzó a dar forma a su amor por las brasas de leña y el buen producto, combinándolo con las mejores técnicas y sutileza. ¿El resultado de todo ese esfuerzo? Estar entre los mejores restaurantes de todo el planeta.