La gastronomía cántabra nos brinda una gran variedad de recetas y dulces auténticos y sobre todo sabrosos. Recetas que han sobrevivido al paso del tiempo y de generación en generación, pasando a formar parte de la historia de Cantabria. Pero si hay algo que destaque dentro de ese recetario, eso son sin duda los dulces y los tradicionales sobaos pasiegos.
Una auténtica delicia cántabra a la que pocos se resisten al pasar por esta región norteña y en cuya receta no faltan ingredientes típicos como la mantequilla, la harina, el azúcar, los huevos o la levadura.
Sin embargo, más allá de la receta, lo que verdaderamente influye en el resultado final y sabor tiene que ver con la calidad de los ingredientes y la maña de cada repostero. De ahí que cada sobao pasiego sea único. Aún así y de entre todas las opciones que destacan de este dulce en Cantabria, la de Casa el Macho se ha convertido en la favorita de locales y turistas.
Un tipo de sobao pasiego que recientemente ha sido reconocido y premiado por 'Lo + de Cantabria' organizado por eldiariocantabria.es, convirtiéndose en uno de los más valorados y votados de toda la región.
Sobaos sin conservantes y totalmente artesanos, que ya hay quien cataloga en las reseñas incluso como "los mejores sobaos del mundo".
El mejor sobao pasiego de Cantabria
"Hechos como se hacían antes y tienen pedidos a toda España en 24 horas", "la verdad es que los sobaos están muy buenos y las quesadillas buenísimas y una cosa muy importante, sin conservantes", "si quieres probar unos auténticos sobaos y quesadas pasiegas has dado con el lugar indicado"... Estas son solo algunas de las cientos de reseñas con las que cuenta Casa el Macho en Cantabria y concretamente su especialidad.
Mantequilla, azúcar, huevos y harina de trigo, estos son los cuatro ingredientes básicos que no faltan en estos sobaos pasiegos tan aclamados. Un dulce artesano que en la propia página web explican paso a paso cómo se elaboran:
- En primer lugar, se amasa la mantequilla con el azúcar.
- Posteriormente se añade el huevo y por último la harina con el impulsor.
- Una vez que tenemos la masa del sobao realizada, pasaría a la zona de escudillado, donde por medio de unas máquinas como la capsuladora y la escudilladora, quedaría hecha la cápsula del sobao y su posterior llenado con la masa preparada.
- Una vez llenas las cápsulas, entrarían al horno. Tras el proceso de cocción se pasan a la zona de enfriado para su posterior empaquetado.
Estos son cada uno de los pasos con los que en Casa El Macho en Cantabria consiguen estos deliciosos sobaos pasiegos. También destacan por tener opciones para todos los gustos.
Y es que, en su web puede elegirse entre el sobao pasiego IGP grande en caja de 6 unidades, el sobao pasiego IGP pequeño de 12 unidades, el sobao súper de 500 gramos, el sobao pasiego IGP grande e individual de 165 gramos o el sobao súper con perlas de chocolate de 550 gramos. Opciones que van desde los 1,90 euros del grande e individual a los 11,40 euros de la caja de 12 unidades.
[Este pueblo cántabro situado entre montañas fabrica el queso más famoso del mundo]
Si ya estás pensando en probarlos o en deleitarte con cualquiera de sus productos, entre los que no faltan quesadas, mermeladas, quesos, miel y otras opciones de repostería, tan solo tendrás que visitar su web o acercarte a la calle la Campera en Llera (Cantabria).
Los sobaos y quesadas de Casa el Macho
En cuanto a los orígenes de Casa el Macho, estos comenzaron el siglo pasado cuando esta familia se decidió a elaborar sobaos y quesadas artesanas. Concretamente, Gumersindo García González y Matilde Sainz Güemes, fueron los encargados a mediados de los años 50 de regentar un pequeño local en Selaya.
Su taberna-tienda, que también hacía las veces de bar, comenzó a ser ese punto de venta para las quesadas que elaboraban, convirtiéndose en uno de esos lugares repletos de visitantes cada fin de semana.
Con el paso del tiempo ese salón pasa a convertirse en un lugar de celebración de banquetes de bodas en los que la quesada no faltaba como postre. Poco a poco van ganando cada vez más fama, hasta que a finales de los 60 comienzan a fabricar los sobaos en la panadería del pueblo y pasan a vendernos en la taberna-tienda.
No es hasta los años 70 cuando compran la primera amasadora y convierten el salón de bodas en el obrador de sobaos y quesadas. Dulces cántabros artesanos que con el paso de los años, han conseguido darles esa merecida fama y que también les llevaron a mudarse a su actual ubicación a mediados de los años 90.
Actualmente son unos de los mejores locales embajadores de estos dulces cántabros y tanto el aroma a mantequilla de sus sobaos, como su sabor y esponjosidad han hecho que se hayan convertido en los más deliciosos de la región. ¿A qué esperas para probarlos?