En un país como España, donde la agricultura ha sido siempre clave en la alimentación, los guisos de verduras han sido los grandes protagonistas de una infinidad de comidas, siendo uno de los más populares el pisto, una receta de aprovechamiento de restos hortícolas que se combina con otros ingredientes para darle un sabor auténtico y muy especial.
Ya sea para consumirlo como plato principal en solitario, acompañado de otros ingredientes o incluso como guarnición para platos de pescado o carne, siempre es una buena opción, aunque sea uno de los menos nombrados cuando hablamos de platos de cuchara.
Pese a todo, se trata de una excelente opción para que forme parte de nuestra dieta, ya que además de prepararse de forma sencilla, consigue generar una sensación reconfortante. Además, te vamos a desvelar el truco de la abuela para que el pisto tradicional salga con más sabor.
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Para elaborar el pisto tradicional más sabroso, tan solo necesitamos reunir una serie de ingredientes: 400 gramos de tomate, un pimiento rojo, un pimiento verde, un calabacín, una berenjena, una cebolla, sal, aceite de oliva y un diente de ajo.
Cómo preparar el pisto tradicional con el truco de la abuela
Una vez reunidos todos estos ingredientes es el momento de preparar la receta de pisto tradicional, debiendo seguir para ello los trucos de la abuela para un mejor resultado. El primero de ellos consiste en hacer un adecuado corte de las verduras, ya que este debe ser realizado en dados pequeños, del tamaño equivalente al de una uña.
Además, en el caso de la berenjena, se debe eliminar su sabor amargo en crudo, lo que podría afectar al resultado final de la preparación. De hecho, es posible prescindir de este ingrediente, puesto que no se trata de uno de los imprescindibles.
En cualquier caso, si quieres utilizarlo, tienes tres formas distintas de proceder a limpiar la berenjena:
- Pelarlas: si se elimina la piel, ayuda a reducir este sabor indeseado, aunque puede afectar a su textura.
- Salar y que sude: si se cortan las berenjenas en cubos o rodajas y luego se espolvorean con sal, se consigue que esta última contribuya a que suda, así como a eliminar los compuestos amargos y el agua. Una vez pasados 30 minutos, habrá que enjuagar con agua fría y secarlas usando papel de cocina antes de utilizarla para preparar el pisto tradicional.
- Remojo en agua con sal o en leche: una tercera opción es colocar las berenjenas en leche o en agua con sal, para una vez pasados 30 minutos, enjuagar y secar.
Una vez hecho lo anterior, es el momento de cubrir el fondo de una olla o cazuela con aceite de oliva, para que una vez que esté caliente y a fuego medio, se deben ir incorporando los ingredientes. Posteriormente, hay que aplicar otro truco de la abuela, que es introducirlos de forma gradual, dando a cada uno su tiempo de cocinado.
Primero habrá que añadir a la cazuela un ajo cortado en láminas, para una vez que ya coge un poco de color, agregar la cebolla. Tras dejar que se vaya pochando al gusto, será el momento de agregar los pimientos troceados. Cuando estos últimos estén blandos, habrá que añadir los dados de berenjena y se cocina en conjunto hasta que esta última coja color y esté perfectamente ingresado en el guiso.
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Si se desea que el pisto tradicional tenga más sabor, habrá que añadir medio vaso de vino blanco. Tras agregarlo se tendrá que tapar y cocinar media hora a fuego suave, para luego añadir el calabacín en dados y, una vez que se haya hecho un poco, se añade el tomate pelado y troceado o rallado. Deja cocinar a fuego suave removiendo de vez en cuando y en unos 15 minutos estará listo.
Más allá de seguir todas estas indicaciones, conviene tener muy presente el principal truco de la abuela para el pisto tradicional, que es tener paciencia y dar a cada ingrediente su tiempo. Además, para disfrutar de un mejor sabor, es aconsejable dejar que repose el pisto hasta el día siguiente.
Cómo acompañar el pisto tradicional
A pesar de que el pisto es un plato vegetal que tiene muchos beneficios para la salud y que puede ser muy sabroso cuando se consume solo, es una buena opción acompañarlo de algún tipo de proteína o hidrato de carbono.
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Lo más usual es incorporar un huevo frito, ya sea aparte o mientras está caliente el guiso, cascarlo y dejar que se vaya haciendo con el calor revolviendo poco a poco. También puedes optar por unas lonchas de jamón al horno o fritas, por unas tiras de pollo o por unas lascas de bacalao, aunque realmente encaja bien con multitud de carnes y pescados. En el caso de los vegetarianos, pueden encontrar un acompañamiento ideal en el seitán a la plancha, el arroz blanco o los dados de tofú.
De esta forma, el pisto es una receta perfecta para incluir en la dieta, ya que además de ser saludable y reconfortante, aporta distintos beneficios al organismo gracias a sus distintos ingredientes, incluyendo su efecto antibacteriano y propiedades antiinflamatorias, así como su contribución para facilitar la digestión o para reducir los niveles de colesterol en la sangre. También favorece la eliminación del exceso de líquidos, previene la trombosis y aporta una gran cantidad de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.