El torrezno es un auténtico manjar, con una corteza crujiente y un interior jugoso que, acompañado con la cantidad adecuada de tocino, se convierte en un bocado difícil de resistir, tanto en Soria, de donde es originario.
El Torrezno de Soria es, sin lugar a dudas, una de las grandes joyas de la gastronomía de Castilla y León, consumiéndose casi 26 millones de torreznos durante el pasado año 2023, lo que deja clara su enorme aceptación dentro de la cocina soriana, donde es una de sus elaboraciones más famosas y reconocidas.
Dada su gran importancia, cada año la Asociación de Fabricantes de Torrezno de Soria y el Restaurante Virrey Palafox, en estrecha colaboración con la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Soria y la Asociación Cultural Gastronómica Soriana, celebran el concurso "El Mejor Torrezno del Mundo".
La finalidad del certamen no es otra que seguir promocionando este producto, al mismo tiempo que se reconoce la labor de todos estos restaurantes y bares que sirven el torrezno soriano a sus clientes.
Este año el premio al mejor torrezno del mundo no está en Soria, sino que se trata del Bar Restaurante Chicago, un bar aragonés con casi medio siglo de historia. El establecimiento ubicado en Zaragoza logró ganar en el pasado mes de marzo un primer premio que, por primera vez en los diez años de historia del concurso, no va a parar a un restaurante de la provincia de Soria.
El mejor torrezno del mundo se come en Zaragoza
El Bar Restaurante Chicago es un establecimiento que lleva casi cincuenta años sirviendo comida casera en el barrio de La Almozara (Zaragoza), donde se inauguró en 1976. Los torreznos son una de sus especialidades, lo que tiene que ver con las raíces sorianas de Juan Carlos y José María Calvo, los hermanos que se encuentran al frente de este negocio.
La receta ganadora proviene de su madre Flor, natural de Soto de San Esteban, un pueblo que se sitúa a pocos kilómetros de El Burgo de Osma, donde tiene lugar este concurso gastronómico. Los ganadores recalcan que el secreto de su torrezno es la apuesta por una buena panceta de Soria, además de elaborarlo con mucho cariño y sin prisas, ya que cada panceta se comporta de una manera diferente y debe entenderse.
Además de por sus torreznos, el Bar Restaurante Chicago es conocido en Zaragoza por otras preparaciones como sus patatas estozoladas, una receta de patatas con huevos fritos que están condimentadas con pimentón de la Vera, una variante de los populares huevos revueltos, pero con un sabor que no deja indiferente a nadie.
¿Son malos los torreznos para la salud?
Los torreznos existen desde hace siglos y se consumen en muchas culturas, siendo elaborados con piel de cerdo, que es muy rica en grasa y que tienen fama de ser poco saludables. Sin embargo, un estudio publicado en Plos One ha sorprendido a la comunidad científica, revelando que, lejos de ser negativos para el organismo, son saludables, y ayudan a alcanzar los objetivos nutricionales de una dieta equilibrada.
Los torreznos caseros se elaboran con piel de cerdo cocinada en su propia grasa y con una cocción lenta que hace que quede crujiente por fuera y grasos por dentro, pero no de forma excesiva. Si atendemos a sus nutrientes, nos encontramos con que los torreznos son ricos en proteínas y grasas, con un escaso aporte de carbohidratos, lo que posibilita que sean incluidos (de forma moderada) en la dieta cetogénica o keto.
Los torreznos son un snack muy proteico que es capaz de aportar 18 gramos de proteína por cada 30 gramos de alimento, siendo las proteínas imprescindibles para el crecimiento y reparación de tejidos. Concretamente, son muy ricos en colágeno, la proteína más abundante del cuerpo y que representa en torno al 30% del contenido total de proteínas, siendo clave para la estructura de tejidos como los cartílagos, los huesos y la piel.
Por otro lado, este típico plato soriano también es fuente de grasas, un nutriente que es necesario para el almacenamiento de energía, si bien hay que tener cuidado, puesto que también es responsable de la obesidad, junto al azúcar.
Sin embargo, en dicho estudio los investigadores han asegurado que parte de las grasas que aportan los torreznos son cardiosaludables gracias a su contenido en ácido oleico, una grasa monoinsaturada que también se encuentra en el aceite de oliva o el aguacate, entre otros. De esta manera, se cuenta con un componente que ayuda a mejorar la respuesta del sistema inmunológico contra las bacterias y hongos. Asimismo, este ácido tiene un efecto beneficioso sobre la piel, siendo usado en la industria cosmética que se usa para formular y producir cremas, jabones y otros productos.
Al contrario de lo que se suele pensar, los torreznos no son excesivamente ricos en colesterol, aportando apenas 15 mg, y no tienen hidratos de carbono, lo que hace que no sean demasiado calóricos, aportando 260 calorías por cada 100 gramos, una cantidad muy inferior, por ejemplo, a lo que aportaría la misma cantidad de nueces, cuyas calorías ascienden a 645.
Por lo tanto, los torreznos (siempre que sean naturales) son saludables, siempre y cuando no se consuman de manera excesiva y no se sufran enfermedades cardiovasculares que puedan contraindicar su ingesta.