El término truco hace referencia a pequeñas y casi ridículas acciones que desconocíamos y que haciéndolas obtenemos un gran beneficio. Eso mismo es lo que hoy veremos, algo muy sencillo, casi obvio, pero que no todo el mundo conoce, y que si conoce, no está de más recordar porque el resultado es excelente. Cómo hacer mantequilla casera, con mucho sabor, a la temperatura ideal, untosa…. una delicia.

Ingredientes

Un bote de Nata para montar (250 ml por ej)

Sal

Preparación

Como veis los ingredientes no pueden ser menos, eso si, necesitaremos un robot de cocina (no hablo de sofisticadas Thermomix) o batidora con un accesorio para remover, algo que todo el mundo debería tener. Metemos en el recipiente la nata (Ojo, nata para montar, no para cocinar porque al tener menor contenido graso es posible que no llegue a hacerse la nata, mínimo debería tener un 30% de MG) y pulsamos el botón para remover con el accesorio adecuado, que no es otro que una especie de lámina plana.

La nata se convertirá en nata montada, pero nosotros seguimos removiendo. Se empezará a cortar y pasar y es cuando se convertirá en mantequilla, empezando a tomar un color amarillento y separando la mantequila del suero. Sabremos que está listo cuando la pala de remover ya no remueva porque se ha levantado al caer la mantequilla al fondo. Tardaréis menos de tres minutos.

Sólo tendremos que colar el suero y escurrirlo y tendremos una deliciosa porción de mantequilla fresca con una textura suave y un sabor inigualable. Imaginaos esto si lo hacéis con nata extraída directamente de leche fresca…. pero eso os lo contaré otro día.

Sólo queda añadir sal al gusto y consumir, no toda que es grasa, así que podéis guardarla en el frigorífico sin temor para untarla en vuestras tostadas del desayuno 🙂

Resultado

Muy sencillo, casi un juego, pero con un resultado tan bueno, que a partir de ahora te pensarás más de una vez comprar mantequilla en una tarrina, Hazla tú, está mucho más buena.